El economista y ex secretario de Comercio, Pablo Challú, dialogó con Radio Río Cuarto y se refirió a la política económica del gobierno de Javier Milei como un "experimento" que llegó a su fin.

"El gobierno implementa una serie de medidas macroeconómicas y de medidas que podemos llamar estructurales. Las medidas macroeconómicas es lo de Caputo del déficit cero, la cual parte de dos cuestiones que son falsas. Primero, que el déficit es el único problema que tiene la economía argentina y después que con unas políticas muy fuertes para reducir el déficit se iba a encontrar un cambio abismal de expectativas en el sector privado", explicó.

Agregó que "la medida fracasó, porque sólo mide el déficit fiscal y  al bajar el gasto público, el que está afectado es el sector privado. Se bajan los salarios, se baja la demanda y el país entra en recesión. Como no hay medidas compensatorias, esa recesión afecta los ingresos fiscales y al afectar los ingresos fiscales se produce una especie de perro que se está mordiendo la cola. No es posible reducir así el déficit".

Además, señaló que la política macroeconómica del Ministro de Economía de la Nación Argentina, Luis Caputo, "no tiene sentido". Añadió que "hubo una mejora en el tipo de cambio, pero la inflación ya está limando esa mejora y en un par de meses se va a obligar otra vez a una nueva devaluación. O sea que tampoco hay coherencia en las variables que el gobierno está manejando como el tipo de interés y la tasa de devaluación".

Por otro lado, Challú expresó que "las medidas estructurales parten de tomar la desregulación como un objetivo. Es cierto que algunas desregulaciones son malas y mejor no tenerlas, pero de ahí a saltar que toda desregulación es buena, es imposible. El gobierno si quiere regular o si quiere desregular tiene que analizar medida por medida, porque importa que la regulación o la desregulación sirva al objetivo supremo de la política que es el bienestar de la población o el aumento del producto con una buena distribución del ingreso".

Informó que "esta desregulación, como si fuera objetivo, también está destinada a fracasos y eso es lo que se ve con el DNU y la ley Ómnibus, así que aquí tenemos las dos estructuras principales de la política que ha puesto en marcha el gobierno y no tienen futuro. De ahí el título de mi artículo, este experimento ha llegado a su fin".

Por otra parte, el economista y ex secretario de Comercio consideró que "el problema es la doctrina que está tratando de aplicar el gobierno. Esta doctrina del presidente Milei, el anarcocapitalismo, es lo que ha dado lugar a estas medidas. Vamos a ver si tiene la suficiente capacidad el gobierno como para instaurar un plan B, es decir, cambiar lo que están haciendo y buscar por otro lado la solución, porque sino vamos a entrar en un tiempo de dificultades mayores".

También sostuvo que "hay que cambiar de rumbo. La ley ómniubs no tiene futuro, van a tener que repensar de nuevo. De hecho, parte sustancial de lo que se proponía allí ya no va a estar aprobado por el Congreso".