Así lo comentó Fernando Viera, abogado previsonalista, quien analizó la situación actual de los jubilados frente a los cambios realizados en la ley ómnibus.
Fernando Viera, abogado previsionalista, dialogó con DE UNA acerca del impacto en las jubilaciones en relación a la ley ómnibus y las últimas modificaciones realizadas.
El especialista comentó que se ha producido una modificación respecto a la intención del oficialismo en cuanto a lo que decía el proyecto original que lo que hacía era declarar la emergencia, se suspendía la ley de movilidad actual que depende de la recaudación tributaria de ANSES por beneficio, que también depende de la variación salarial y de la recaudación tributaria total de ANSES, y esto se suspendía para darle al Poder Ejecutivo la facultad de realizar aumentos por decreto mientras prepara una nueva fórmula de cálculo.
“Frente a las negociaciones para tratar de aprobar esta ley ómnibus, se modificaron algunas cuestiones y lo que se está peleando es que se realice un aumento de las jubilaciones en relación a la variación del índice de precios del consumidor a nivel nacional”.
Viera comentó que en un principio no se ponían de acuerdo, no se sabía si podía llegar a ser desde diciembre, enero, febrero y al parecer se ha llegado al acuerdo de que en marzo se aplicará la ley vigente y a partir de abril se comenzará con los aumentos mensuales por inflación, o sea por este índice de precios que mide el INDEC, a partir de la fecha que se conoce.
“Eso quiere decir que a principios de abril será conocida la variación del IPC de febrero, con la cual habría una prórroga más o menos de dos meses, algo parecido a lo que ocurre en Córdoba, y así sucesivamente hasta tanto el Poder Ejecutivo pueda llegar a una nueva fórmula de cálculo”.
El abogado previsionalista comentó que lo bueno es que “actualizándose los haberes por el IPC se mantendrían en principio el poder adquisitivo, lo básico. Lo malo es que no recuperarán nunca lo que vienen perdiendo porque la fórmula de movilidad en marzo posiblemente esté rondando el 30% o un poco más y la inflación de diciembre, enero y febrero puede que esté cercana al 70%. Tenemos ya un 25,47% que fue de diciembre, para enero se estima un 25,5% y hay que ver febrero”.
Consultado respecto a si alguna vez los sueldos de los jubilados pueden quedar adelante del aumento de los precios, Viera explicó a DE UNA que hay determinadas cuestiones para analizar, “la primera es que es muy difícil adelantarse, porque con relación a los jubilados existe un principio de proporcionalidad donde el jubilado no debe ganar lo mismo que el que está en actividad, pero debe mantener por lo menos el nivel de vida alcanzado”.
Agregó que cuando se usa una fórmula como la que está vigente, “sujeta a salarios y recaudación y la inflación corre por delante, obviamente se perderá y puede ocurrir al revés. En una época en la que no hay inflación, pero crecimiento económico, la recaudación subirá, por ejemplo, y quedarían atrás los ingresos de los jubilados”.
Consideró que ahora el tema de inflación sería lo óptimo para mantener el poder adquisitivo. Y en el momento en que mejore la economía, empezar a recuperar el poder de compra”.
Viera comentó que el año pasado hubo una pérdida real de poder adquisitivo de alrededor del 32%, “la inflación fue del 211% y los aumentos fueron de 110,9%. O sea, vienen perdiendo siempre”.
Consultado sobre los bonos que se han dado a los jubilados, Viera explicó que “los bonos no integran el haber jubilatorio. Y el problema de los bonos es que no se nos dan a todos. Eso quiere decir que se acerca cada vez más la mínima con la máxima. O sea, los beneficios pasan a ser cada vez más homogéneos y no hay diferencia entre el que aporta y el que nunca aportó”.
El abogado previsionalista explicó que hay gente que ha aportado mucho para ganar 160.000 pesos y el que no aportó nunca, y entró en una moratoria, está ganando con los bonos 160.000 pesos. “Esto desmotiva a la gente para que aporte”.
Consideró que “hay un grupo de jubilados que carga con todo el peso de la inflación, y que paradójicamente son los que más han aportado al sistema, los que más han trabajado, los que más plata han puesto. Y hay otro grupo de jubilados que cobran menos, pero están cobrando, por así decirlo, un subsidio de parte de los otros jubilados, o los activos, que le están pagando una jubilación frente a una persona que no cotizó nunca”.