El chango Spasiuk le regaló un acordeón a un joven músico de Concepción del Yaguareté Corá y Gente Necesaria dialogó con él. Se trata de Tobias Joaquin Sosa Francini, de 14 años, quien se mudo al pueblo hace 10 años por motivos laborales, ya que sus padres son docentes. 

La localidad es el portal oeste de ingreso a Los Esteros de Iberá, se encuentra a unos 200 kilómetros de Corrientes capital y a más de 500 kilómetros de Puerto Iguazú. Con cerca de 20.000 habitantes, Corá significa en guaraní “corral”. “Mi pueblo es muy tradicional, mantiene y respeta costumbres antiguas y en muchos comercios, cuando ingresas, están hablando en guaraní”, dijo el joven. 

Dijo que a los 7 años aprendió a tocar “de oído” en un acordeón de una hilera y los dos primeros chamamé que interpretó fueron “El toro” y “Eliseo Castillo”. Al tiempo, con mucho esfuerzo, su familia le regaló un acordeón de tres hileras. “Mi sirvieron para agarrar vuelo”, añadió.

Tobias interpreta el chamamé tarragosero, bien maceta e ideal para zapatear.  Además es intérprete y toca la guitarra. En tanto, Eusebio Gomez es el maestro que le enseñó gran cantidad de chamamé y el músico Tarragó Ros es su referente.

Así fue que empezó a realizar sus primeras presentaciones en público tanto en los actos escolares como en la novena de la virgen del pueblo, donde se presentan cada año los músicos locales.

En febrero de 2021 el chango Spasiuk visitó los Esteros del Iberá y Concepción del Yaguareté Corá donde organizó una enchamigada chamamecera a la que convocó a todos los músicos locales. “Cuando vimos con mi papá la noticia, nos fuimos al hotel para compartir ese momento con este gran músico. Yo estaba muy nervioso pero por suerte pude realizar todo mi repertorio chamamecero”, señaló.

Ahí fue que el chango se dio cuenta que el acordeón usado por Tobias tenía pinchado el fuelle y perdía aire. En ese momento no le dijo nada pero 3 años después, llegó a la familia a través de un vecino de la localidad y así fue que Tobias recibió la sorpresa del nuevo acordeón que este gran músico le regaló. “Todavía no caigo, estoy como impactado por la situación, estoy recalculando”, dijo. 
 
Ahora, gracias al regalo del folclorista argentino, tiene dos acordeones de dos hileras, dos verduleras.

Sobre cómo se ve en el futuro, comentó que su mayor sueño sería subir a los escenarios mayores de Corrientes y Córdoba, sin embargo confió en el recorrido que propondrán los caminos. En este marco, el joven correntino se presentó en los certámenes pre fiesta del Festival Nacional del Chamamé donde quedó seleccionado pero no ganó la final. “Eso me motivó para seguir adelante”, añadió.

En este sentido, dijo que su padre y abuelos le inculcaron la cultura del chamamé y ahora siente que es una parte fundamental de su vida y que sin él no podría vivir.