El filme “El juego de la muerte” se estrena este 4 de enero en la Argentina. La verdadera historia detrás del desafío. ¿Realmente existió?
Este jueves 4 de enero llega a las salas argentinas de cine El juego de la muerte, una película rusa que se basa en el polémico desafío viral conocido como Ballena Azul, que causó conmoción en el mundo entero, se lo relacionó con alrededor de 130 suicidios adolescentes y que una investigación determinó que podría nunca haber existido.
Dirigido por Anna Zaytseva, este filme tiene en su elenco a los actores Anna Potebnya, Timofer Eletsky, Diana Shulmina, Ekaterina Stulova, Olga Pipchenko, Anastasiya Bratsyun y Daniil Kiselev.
Se trata de una película de terror que busca dejar en evidencia el peligro que representan los desafíos y juegos a los que están expuestos los niños y adolescentes en Internet. En ese sentido, invita a reflexionar respecto de la influencia de las redes sociales en la vida de los menores.
La historia comienza con el caso real de una joven rusa que se suicidó. Luego, en el plano de la ficción, muestra a la hermana mayor de la víctima obsesionada con el caso y buscando la verdad a toda costa, adentrándose cada vez más en las redes sociales.
La verdadera historia del desafío viral de la Ballena Azul: ¿realmente existió el juego?
Fue en 2017 cuando el polémico desafío conocido como Ballena Azul empezó a viralizarse rápidamente en Internet, al tiempo que muchos empezaron a calificarlo como un reto suicida. La premisa del juego, dirigido a adolescentes, consistía en 50 tareas que debían llevarse a cabo en la misma cantidad de días, una por cada jornada.
En un principio, las primeras órdenes eran inofensivas. Podía ser quedarse una noche entera sin dormir o mirar alguna película de terror, por ejemplo.
Sin embargo, con el paso de las semanas comenzaba a ponerse peor, con tareas realmente peligrosas que ponían en riesgo la vida de la persona. Cruzar una calle con el semáforo en rojo, pararse en un precipicio o, tal como el nombre del reto indicaba, tallarse en un brazo una ballena azul.
En las redes sociales, empezó a decirse que el juego había comenzado en Rusia y que, poco a poco, se había extendido a todas partes del mundo. Incluso había muchos que aseguraban que había varias víctimas fatales. No obstante, una investigación importante reveló tiempo después que el desafío parece nunca haber existido.
Lo cierto es que todo comenzó el 22 de noviembre de 2015 en el sureste de Rusia, cuando una adolescente llamada Rina Palenkova subió una selfie donde aparecía haciendo fuck you, con rastros de sangre seca en su dedo. “Adiós”, escribió junto a la foto. Al día siguiente, se suicidó.
Ese trágico episodio desató conmoción en todo Rusia. En VKontakte, una de las redes sociales más populares de ese país, se instaló el debate sobre la muerte de Palenkova. “Nadie conocía la verdadera historia detrás de su suicidio”, explicó Daria Radchenko, investigadora de la Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública, que indagó sobre el desafío de la Ballena Azul.
En ese contexto, se llegó a relacionar la historia de Palenkova con otros suicidios de adolescentes: Angelina Davydova, una chica de 12 años que se quitó la vida en Navidad de 2015 en la ciudad rusa de Riazán, y Diana Kuznetsova, una joven que hizo lo mismo en esa la misma ciudad dos semanas después.
Al revisar sus redes sociales, sus madres descubrieron que ambas estaban en grupos similares de Internet, donde había comentarios sobre suicidios y aparecían varias menciones a ballenas azules, aunque no se sabe bien por qué los adolescentes utilizaban este animal como referencia a esas trágicas situaciones.
El punto de inflexión fue en mayo de 2016, cuando la periodista Galina Mursalieva publicó en Novaya Gazeta un artículo donde aseguraba que, en algunos grupos de Internet, existía un juego que consistía en realizar 50 tareas en 50 días. La última instrucción era el suicidio.
Según esa investigación, unos 130 niños se habrían quitado la vida por eso. La historia cruzó las fronteras de Rusia. En Estados Unidos, una joven de 16 años se suicidó. Días antes de hacerlo, había pintado ballenas azules en la escuela.
A pesar de las coincidencias, ni la Justicia ni los medios periodísticos han podido comprobar que al menos uno de los suicidios estuviese vinculado con este supuesto desafío de 50 tareas, del cual no hay evidencias que demuestren su existencia. Lo cierto es que muchos adolescentes que se sienten deprimidos suelen frecuentar los mismos grupos en las redes sociales y se identifican con las mismas cosas. Entre ellas, la imagen de la ballena azul.