La historia detrás de “Livin’ la vida loca”, la obra maestra que convirtió en ícono global a Ricky Martin
- 26/12/2023 18:16 hs
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El exitoso cantante puertorriqueño compuso la inoxidable canción junto al productor cubano Desmond Child. Cómo influyó la muerte de Frank Sinatra en el tema.
A sus 52 años, Ricky Martin es dueño de una extensa y exitosa carrera, repleta de hits, recitales en todo el mundo y decenas de premios. En su discografía, una de sus obras más destacadas es Livin’ la vida loca, la canción completamente digital que afianzó la música latina en Estados Unidos, convirtió en ícono al cantante puertorriqueño y hasta se convirtió en patrimonio.
Ricky Martin (1999) fue su quinto álbum de estudio y el primero en ser grabado en inglés, con estrellas como Madonna y Jon Secada participando en la producción. En aquella época, la música latinoamericana tomaba fuerza en Estados Unidos, con artistas como Enrique Iglesias, Jennifer López y Marc Anthony.
No obstante, cantar en inglés o al menos combinarlo con el español era casi un requisito para que las canciones latinas triunfaran en ese país. Así fue como Ricky Martin lanzó Livin’ la vida loca. El éxito fue inmediato: la canción se mantuvo cinco semanas en el puesto número 1 de la lista Billboard Hot 100 y vendió alrededor de ocho millones de copias.
La historia detrás de Livin’ la vida loca
Para crear Livin’ la vida loca, fue fundamental la ayuda de Desmond Child. Ricky Martin se unió a este productor cubano, que en su historial de éxitos cuenta con hits como Crazy de Aerosmith, I was made for lovin’ you de Kiss y Livin’ in a prayer de Bon Jovi.
En ese entonces, Frank Sinatra había muerto -el 14 de mayo de 1988- y su música se repetía de manera constante en las radios. Por eso, Desmond Child y Draco Rosa, también compositor de la famosa canción, decidieron escribir “versos en homenaje a su Rat Pack de música swing”, grupo de Las Vegas que integró Sinatra.
“La discográfica nos dijo: ‘Suena fantástico, ahora escríbanla en inglés. ¡Nadie va a entender lo que significa ‘la vida loca’!’. Yo les dije: ‘sí lo harán, no es tan difícil’. Igual pusieron la traducción debajo de la canción en las carteleras publicitarias”, recordó Child en una entrevista para Billboard.
Una de las novedades de Livin’ la vida loca fue que estuvo grabada de manera digital, a través de la plataforma Pro Tools. En ese sentido, el productor cubano montó en Miami lo que definió como “el primer estudio en trabajar íntegramente con el software”.
“Le he producido 27 canciones a Ricky Martin, pero Livin’ la vida loca cambió el curso de la música latina popular para siempre. Fue el fuego que inició la explosión de la música latina”, aseguró Child.
Casi dos décadas después, en 2017, Ricky Martin se refirió a la importancia de esa canción, que le abrió las puertas a los cantantes latinos en Estados Unidos: “Rompió límites y acercó a la gente. Es una de esas canciones que todos recuerdan en donde estaban la primera vez que la escucharon. Es increíble, estoy muy orgulloso”.
Livin’ la vida loca: el “sonido de la historia” que se convirtió en patrimonio
En marzo de 2022, Livin’ la vida loca se convirtió en patrimonio. Es que fue incorporada por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos a su Registro Nacional de Grabaciones, donde cada año se agregan 25 canciones, álbumes y audios importantes con el objetivo de preservar y conservar “los sonidos de la historia”.
El cantante no tardó en agradecer ese reconocimiento: “No importa cuántos años pasen, la reacción de todos al escuchar Livin’ la Vida Loca sigue siendo la misma de hace 23 años atrás cuando la lanzamos. Es una canción muy poderosa que representa la fusión del pop latino”.
“Es un honor ser parte de esta canción que tiene en la historia de la música una página muy importante, ya que fue parte del primer disco grabado en su totalidad de manera digital y de mi primera producción completamente en inglés. Sin duda es un tema para la historia y me siento muy honrado de que sea reconocido”, completó Enrique Martin Morales, el boricua nacido el 24 de diciembre de 1971 en San Juan de Puerto Rico.