El gobernador bonaerense acusó a los efectivos que protestan en La Plata de poner en riesgo "el funcionamiento de las instituciones"; "Si no hay buena fe, analizaré la situación en otros términos", advirtió.
En línea con la postura que tomó la Casa Rosada ante los conflictos sociales desatados en varias provincias del país, el gobernador bonaerense Daniel Sciolise apartó de su habitual cautela y cuestionó con dureza a los policías que protagonizan una protesta en La Plata por mejoras salariales.
En diálogo con Radio Mitre, el mandatario acusó a los efectivos de concretar una "extorsión" y poner en riesgo el "funcionamiento de las instituciones en víspera de cumplirse 30 años" de la restitución de la "democracia".
"Estamos evaluado distintas alternativas (ante los reclamos de aumentos salariales), pero no en el marco de una extorsión y de toma de rehenes al conjunto de la sociedad con una decisión imprudente", advirtió Scioli, quien canceló su agenda en Brasil y regresó al país en medio del conflicto desatado ayer con la policía bonaerense.
Un grupo de policías bonaerenses y sus familiares realizan desde ayer una protesta en el edificio de la Dirección de Infantería de La Plata, ubicado en 1 y 60, en reclamo de mejoras salariales. Hoy al mediodía se reunirían con funcionarios del gobierno provincial para intentar destrabar el conflicto.
En ese marco, Scioli lanzó una advertencia: "Si no hay buena fe, analizaré la situación en otros términos".
Por su parte, el jefe de Gabinete de su gobierno, Alberto Pérez, dijo en diálogo con Radio 10 que la provincia "considera" proponer un aumento del básico de los policías, pero destacó que el camino para negociarlo "no es la extorsión".
"Esto lo dijo claro el gobernador cuando habló conmigo a la madrugada: diálogo sí, extorsión de un grupo minúsculo, de ninguna manera. En esto vamos a ser muy firmes", expresó Pérez.
Por su parte, esta mañana el jefe de gabinete nacional, Jorge Capitanich, admitió la tensión que provoca en la provincia la protesta de los policías. "La situación, si bien es tensa, tiende a estar en un sistema de monitoreo del gobernador y su ministro de Seguridad", respondió Capitanich consultado en la Casa Rosada por la protesta de ayer.
El estallido de violencia en el interior del país tuvo su origen en las protestas de la policía de Córdoba y luego se extendió a Catamarca, San Juan, Río Negro, Neuquén, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y La Rioja. La Casa Rosada desplegó más de 10000 efectivos de Gendarmería y Prefectura para reforzar la seguridad de algunas provincias.