Cuando alguien decide realizar una consulta de tarot, lo hace con su subconsciente como un libro abierto, y todo lo que en ella se diga tendrá un impacto muy poderoso.
Cuando alguien decide realizar una consulta de tarot, lo hace con su subconsciente como un libro abierto, y todo lo que en ella se diga tendrá un impacto muy poderoso.
Por lo tanto, como taróloga dedicada a la consulta y enseñanza de la tradición del Tarot de Marsella, desde hace varios años, puedo decir que es importante abordar estas lecturas con sensibilidad, tacto y responsabilidad. Antes de realizar una consulta, es fundamental explicar de antemano la naturaleza de la sesión y cómo funcionará. Una cosa es recibir a alguien que no tiene idea de lo que va a suceder (o llega con una idea errónea o limitada) y otra es cuando la persona sabe que está asistiendo a una sesión de Tarot orientada al autoconocimiento. En este contexto, las preguntas no necesariamente deben ser predictivas, aunque sería deshonesto de mi parte negar que las "tendencias" existen. Y si que se cumplen. Pero ese matiz predictivo es el que suelo sugerir a mi alumnos ser comprobado por ellos mismos (como todo), de eso se trata.
Quizás muchos lectores no lo sepan, pero se puede trabajar con el tarot en el presente, permitiendo a la persona ver aspectos concretos y profundos de su vida en ese momento, sin quitarle el poder sobre su futuro. Esto es: sin condicionar su experiencia a corto o largo plazo mediante la palabra adivinatoria, que sin duda alguna genera mucha ansiedad.
Hoy pondremos brevemente la lupa sobre un Arcano polémico y temido, pero que carga en sus trazos un hondo y espiritual significado. Estoy hablando del Arcano sin Nombre o el Arcano XIII, conocido popularmente como “La Muerte “. ¡Es tan contundente la riqueza simbólica y terapéutica de ésta lámina!
Se relaciona con las transformaciones radicales de la vida y con la necesidad de abandonar viejas creencias o patrones que ya no son útiles. En realidad representa a las muertes simbólicas, como el fin de una fase de vida, el cierre de una relación o un cambio en la forma de pensar, entre otras tantas narrativas posibles. Lo primero que debe comprenderse al estudiar el costado interpretativo de “La Muerte” no debe ser interpretada de manera literal, ya que todos experimentamos transformaciones a lo largo de la vida. Es una cuede procesos y no de sentencias. La carta nos invita a reflexionar sobre estas mutaciones necesarias en lugar de temerlas.
¿Un detalle especial en el Tarot De Marsella? La ausencia del nombre o, como se llama en la tradición, de cartucho o rótulo. Esto puede interpretarse como un símbolo de renovación y cambio. Al eliminar el nombre de la carta, la idea se centra en que, a través de la transformación, el cambio y la evolución, se puede lograr una verdadera renovación y un renacimiento en la vida de una persona.
Ahora bien ¿Qué es un nombre? no solo es conjunto de letras con una fonética particular y familiar; es también la representación de nuestra identidad y estructura en la vida. Es la idea que tenemos de nosotros mismos, una sentencia que nos han impuesto o incluso una historia que hemos tejido. A veces, esta historia necesita ser depurada, no necesariamente porque esté vinculada a nuestra identidad, sino porque puede ser algo que ya no nos sirve.
El Arcano XIII, entonces, es una carta profundamente iniciática. Representa una labor espiritual, profunda y activa que implica la eliminación de lo antiguo para dar paso a lo nuevo. Es una carta que nos invita a enfrentar transformaciones inevitables en nuestras vidas y a abrazarlas como parte de nuestro crecimiento y evolución.
Es que el beso de la muerte nos visita cada tanto, a todos.
Siempre llega a nuestra vida un momento en el que debemos vaciarnos de nuestras viejas identidades y sistemas de creencias, de personas, de experiencias pasadas. Y este proceso implica liberarnos de los atavismos, de lo que nos limita. Incluso si eso significa cortar la dependencia que teníamos de esas ideas, con la propia imagen (ilusoria, claro está) de nosotros mismos. El Arcano XIII es un claro espejo de esta fase.
El Tarot, entonces, ¿práctica de sentencias o de procesos?
Catalina Nuñez
Astróloga, taróloga, coach y docente.
Trainer en Autoconocimiento.
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