A 16 años de la explosión de la planta piloto de la Universidad Nacional de Río Cuarto, el Ingeniero Osvaldo Simone, viudo de Gladys Barala, dialogó con Micrófono Abierto.

“Es un este evento de tal magnitud que el tiempo no logra disminuir los efectos, y cuando digo la magnitud y los efectos es porque ha repercutido en la personal, en lo institucional. Por suerte y por convicción se recuerda este día como importante y trascendente para la institución”.

Simone expresó que “si bien los lazos familiares han logrado paliar el dolor intenso de los primeros tiempos, uno sigue sintiendo la ausencia, que tenía que ver con una dedicación plena a un concepto de Universidad”.

El Ingeniero reflexionó que “si hay una cosa que siempre destacamos es que estos mártires que sufrieron este accidente estaban generando conocimiento en pleno diciembre, en un trabajo colectivo entre docentes, estudiantes y técnicos, para producir mejor docencia, trabajos de extensión y transferencia científica”.

Simone agregó que “cuando uno se para en estos momentos históricos de Argentina en los que se vapulean algunos valores tan fuertes y consustanciados con la universidad pública, que tengamos un momento de reflexión colectiva nos hace bien como personas, como familias e institución”.

Consultado acerca de si hubo un quiebre en la universidad, luego de la explosión de la planta piloto, Simone manifestó que “cuando los sacudones son tan fuertes aparecen las miserias humanas y lamentablemente nuestro espíritu animal parece que busca la autoconservación y en esos momentos trascendentes aparece el sálvese quien pueda y pueden haber aparecido rupturas. Con el tiempo, con el razonamiento, sin dejar de sentir el dolor, se va superando”.  

Simone apeló a la reflexión y expresó que “espero que ese suceso se rememore como una cuestión más de aprendizaje. Porque aprender significa cambiar nuestra cultura, para mejorar, para seguir aportando, y yo confío que eso se ha dado en la Universidad”.

Ante la pregunta de si considera que el hecho trágico fue un accidente, Simone manifestó que “yo lo denominé como accidente, algunas teorías dicen que se pueden evitar y otros dicen que los accidentes son inevitables. Preferimos quedarnos con una mirada hacia el futuro o de lo que se podría haber hecho en aquella hora terrible del 5 de diciembre. Hemos analizado todo, pero desde el punto de vista que no se vuelva a repetir porque nadie debe morir en un lugar de trabajo”.



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