El Papa se unió a los líderes mundiales que lamentaron la muerte del líder de la lucha contra el racismo. Destacó su empeño y sus logros al fundar "una nueva Sudáfrica", además de ejercer la "no violencia".
"Rindo homenaje al constante empeño demostrado por Nelson Mandela en promover la dignidad humana de todos los ciudadanos de las naciones y en forjar una nueva Sudáfrica,construida sobre los sólidos fundamentos de la no violencia, la reconciliación y la verdad", escribió Francisco en un telegrama que el Vaticano le hizo llegar al Gobierno de Pretoria.
El Papa también expresó su deseo de que "el ejemplo del difunto presidente inspire las generaciones de sudafricanos a perseguir la justicia y el bien común por delante de las aspiraciones políticas".
El mensaje del santo pPadre se suma a las repercusiones que llegan desde todas partes del mundo tras conocerse la muerte de Mandela. Su lucha contra el apartheid, la política de segregación racial que terminó en 1993; el premio Nobel de la Paz, que pagó su dolor por los 27 años de cárcel que tuvo que soportar en las cárceles de su país; y su titánica tarea por pacificar un país repleto de heridas raciales a través de la reconciliación fueron objeto de la admiración mundial y un ejemplo para seguir.
El saludo de Obama
"Perdimos a uno de los hombres de más influencia, coraje y bondad que se haya visto en el mundo", sostuvo el presidente de los Estados Unidos, quien contó que durante su juventud siguió muy de cerca la lucha de "Madiba" contra el apartheid en Sudáfrica. "No puedo imaginar mi vida sin el ejemplo que me ha dado Mandela, y mientras viva intentaré honrar su legado", aseguró.
El mandatario envió sus condolencias a la familia del premio nobel de la paz. "No lo volveremos a ver, pero está en nosotros", subrayó y evocó la célebre frase de Mandela que decía: "Hay que tomar decisiones basadas en el amor, no en el odio". Y concluyó:"Agradecemos que Nelson Mandela haya existido".
Mandela murió este jueves 5 de diciembre a los 95 años, después de estar meses internado en estado crítico por una severa infección respiratoria. Su fallecimiento fue comunicado por el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma.