El Festival de Cine viene atravesado por el contexto político, a dos semanas de las elecciones presidenciales, el balotaje, entre Javier Milei y Sergio Massa. Fue justamente el candidato y ministro quien abrió la edición 38 del evento, anoche.

“Cuando escucho esta idea de tachar a la cultura hay allí una construcción de violencia y bajos instintos para atacar al capital simbólico de los argentinos, pero no somos un país de mierda y con el talento de nuestra gente y nuestros recursos tenemos que hacer valer que somos un gran país y la cultura en su conjunto y el cine en su particularidad son herramientas que nos pueden ayudar a construir esa autoestima”, reflexionó Massa.

 

En su intervención de poco menos de diez minutos, surcada por aplausos y vítores de la concurrencia que colmó la Sala Astor Piazzolla del Auditórium marplatense, el funcionario saludó señalando: “Para mí es muy importante hoy estar aquí con uno de los pilares de la construcción de la identidad cultural”.

 

Mientras que para el cierre de su alocución, el candidato a presidente volvió a hacer referencia a Milei sin nombrarlo y expresó: “Frente a los que quieren tachar, ¡que viva el cine argentino!”.

 

CINE ARGENTINO UNIDO POR LA DEMOCRACIA
 

Antes de su presencia en el escenario del más grande espacio del complejo cultural para inaugurar el Festival, Massa había recibido en las escalinatas del Hotel Provincial a integrantes del colectivo Cine Argentino Unido, surgido de la autoconvocada Asamblea Audiovisual Abierta, en defensa del cine, la cultura, la educación y la democracia.

 

Allí participaron Diana Saiegh (presidenta del Fondo Nacional de las Artes), intérpretes entre quienes se contaban Juan Leyrado, Pablo Echarri, Mercedes Morán, Paola Barrientos, Luis Ziembrosky, Gerardo Romano, Martin Slipak y Almudena González, la productora Vanesa Ragone y cineastas como Martín Benchimol, Virna Molina, Andrés Di Tella y Ernesto Ardito, por citar a parte de la delegación.

Entre carteles con las frases “El cine nos une”, “Cine argentino es identidad y memoria”, “Cine argentino por la diversidad” y “En defensa del Incaa” y con una gran bandera con la leyenda “Cine argentino unido por la democracia”, la comitiva recibió a Massa cantando “el cine no se toca”.

Por su parte, el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, recordó “el momento atroz de la dictadura cívico-militar” y las listas negras integradas por artistas que debieron exiliarse como Aguistín Alezzo, Federico Luppi, Norma Aleandro, María Elena Walsh, Luis Brandoni, Julio Cortázar, Pino Solanas, Mercedes Sosa, Fernando Birri y Osvaldo Bayer, entre más, y cineastas desaparecidos como “el gran Raymundo Gleyzer”.

 

“Después de tanta lucha esa larga noche quedó atrás. Manuel Antín desde el Incaa le dijo no a la censura e inició una etapa luminosa y en democracia de nuestra cinematografía. Desde entonces tuvimos momentos de luces y momentos de sombras pero la democracia y sus problemas se resuelven con más y más democracia, no de otra manera”, reflexionó Bauer.

 

Por último, Pablo Conde y Fernanda Mugica, director artístico y programadora del Festival, respectivamente, trazaron un panorama de la edición puesta en marcha y el presidente del encuentro, Fernando Juan Lima, concluyó marcando que “hay que decir que el cine no existe en ningún lugar del mundo sin el apoyo del Estado”.

 

Inmediatamente dio inicio la proyección de la versión restaurada del clásico de René Mugica de 1962 “Hombre de la esquina rosada”, con el que las películas recuperaron el centro de una escena copada por la política.


Los Andes