El ministro de Economía ya se imagina su gestión, ante un eventual triunfo. La búsqueda de un equilibrio fiscal y un "fuerte superávit comercial".
De camino al balotaje del 19 de noviembre, es cierto, hay un debate previo. Está previsto para una semana antes del comicio.
En ese sendero, Sergio Massa transita la campaña entre anuncios y los medios de comunicación.
Este miércoles, en una entrevista televisiva lanzó los primeros parámetros de una eventual gestión como mandatario, encargándose rápidamente de señalarse y hablar de “mi Gobierno”.
Bregando por “una transición ordenada”, enfatizó que “la unificación de algunas empresas públicas y el ordenamiento del sistema tributario vamos a tratar de que sean entre el 20 de noviembre y el 10 de diciembre”.
Reiteró que “hay cosas para cambiar” respecto del mandato de Alberto Fernández y se imaginó yendo “hacia el equilibrio fiscal, a un fuerte superávit comercial para acumular reservas y nos va a permitir fortalecer la moneda, además de la baja de la inflación y consolidar el crédito”.
Sentenció que al vínculo con el complejo del agro se le debe “seguir sacando la pata de encima”, en una frase que suena familiar en Córdoba.
“Queremos que la brecha (del dólar) que se produce por el mega endeudamiento y crisis de sequía no termine impactando en el bolsillo de la gente y nos debemos debatir una matriz impositiva más justa”, indicó.
Se encargó de repetir, a su vez, que “el 10 de diciembre, si me toca presidir la Argentina, se muere definitivamente la grieta”.