Sandra Silveyra vive en el campo, ordeña vacas y es cantante. Vive en la provincia de Santa Fe y es oriunda de Centeno, una localidad de 5000 habitantes ubicada a 90 kilómetros de Rosario. Además es pastelera profesional. En la semana, es Sandra y el fin de semana “La máquina de la cumbia”.
También le decían “La máquina del mal” por su aguerrida defensa en el equipo de fútbol del pueblo.
Fue en la pandemia que tomó la decisión de darle riendas sueltas a su sueño de ser cantante cuando teníamos que quedarnos en casa. A su marido le gusta tocar la guitarra, junto a su hija les gusta cantar y así fue que armaban divertidos karaokes para atravesar el difícil momento. Así fue que subieron los videos a Facebook y comenzaron a tener tanta repercusión que la invitaron a un concurso de canto en Casilda donde resultó ganadora.
En este marco, empezó a tomar clases ya que era cantante amateur.
Luego realizó una campaña para cantar con Pablo Serantoni, donde hizo una tremenda campaña que la consagró como ganadora y permitió filmar su primer videoclip que luego pasaron por el programa televisivo “Pasión de Sábado”.
“Fue mucho aprendizaje, sacrificio y emociones encontradas porque nunca dejé de trabajar en el campo y los fines de semanas hacía shows con pista musical. Aprendí a desenvolverme en el escenario y a dialogar con la gente. Desde el punto de vista vocal, tomé clases con una profe que me enseñó lo básico y luego por Youtube”, dijo por Gente Necesaria.
En este marco, señaló que al principio terminaba de hacer los show, volvía a trabajar en el tambo, atendía a su familia y las cuestiones de la casa lo cual implicaba pasar muchas horas de sueño y agotamiento mental.
Su llegada a Got Talent
Luego de participar del concurso de Pablo Serantoni, Sandra fue incluida en un grupo de talentos donde enviaron un link para participar de un concurso. “De corajuda envié mis videos, me inscribí y en febrero me llamaron de la producción de Telefe. En marzo audicionamos y me guardé por meses esta emoción”, manifestó.
Sandra interpretó “Marinero de luces”, reversionado a ritmo de cumbia y su sueño sería que Isabel Pantojas se contacte con ella. “Con Abel Pintos quedé en shock, nadie se dio cuenta que temblaba toda. Para mi estar ahí fue increíble porque tuve que dejar muchas cosas para dedicarme a la música”, indicó.
Por último se refirió a la emoción que le genera lo logrado con tanto esfuerzo. “Siento mucha alegría por lo aprendido. Nunca imaginé que a esta edad me iba a animar a cumplir el sueño que siempre tuve guardado en mi corazón. Estoy feliz y agradecida a mi compañero que me ayuda e incentiva a darle para adelante”, concluyó. Sostuvo que disfruta cada momento vivido.
Conductor: Pablo Ferrari
Operador: Andres Berretta
Producción Periodística: Carolina Chiarotto