En Río Cuarto durante el año pasado se denunciaron 156 casos, según un informe del Poder Judicial provincial.
“El delito aparece como un emergente, como una punta de iceberg en una situación compleja y difícil que los sostiene”, señaló la jueza de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar, de Género y Penal Juvenil, María Victoria Cavagnaro, al analizar el crecimiento del delito entre los menores.
Cavagnaro dijo que los jóvenes que atraviesan una grave problemática por el consumo de estupefacientes y la falta de completar el nivel educativo.
“Hay una estadística que formaliza el Poder Judicial a través del Tribunal Superior, pero atrás de esos números hay realidades, menores de edad. Cuando uno hace una mirada más allá de los números, lo que puede advertir son realidades difíciles, realidades atravesada por chicos que están fuera del sistema educativo. Solamente el 1% terminó la escuela secundaria”, contó Cavagnaro.
La jueza Cavagnaro defendió el complejo Esperanza, al asegurar que los menores logran completar sus estudios, pero no pueden insertarse al sistema cuando recuperar la libertad.
“El complejo Esperanza muchos jóvenes encuentran lo que lamentablemente no han podido encontrar en su espacio de libertad, que es un espacio de educación, generación de actividades como el de deporte, rehabilitación para la droga”, contó.
Al respecto, la jueza agregó que “se necesitan realmente políticas públicas que permitan abordar estas cuestiones, tales como que los chicos no están escolarizados, el consumo que es problemático. Es necesario, trabajar de manera conjunta con distintos sectores del estado como la SENAF, organismos de aplicación y la necesidad de la construcción de herramientas reales y concretas que permitan acompañar al adolescente que ha entrado en el sistema penal juvenil”.
Informe16