Los productos importados acusaron el impacto del salto del dólar post PASO, pero subieron más que el tipo de cambio oficial porque también se filtró a los valores la totalidad del impuesto PAIS
El dato de inflación mayorista que publicó ayer el Indec confirmó la presunción del mercado respecto del avance de los precios durante septiembre, expectativa que es admitida incluso por el equipo económico: pese a la velocidad inédita en que se ajustaron todos los precios de la economía tras la devaluación post PASO, el proceso de traslado, denominado en términos técnicos pass through, no está agotado.
Esto a pesar de que, particularmente en el caso de las importaciones, los valores no sólo se acomodaron prácticamente en tiempo real al nuevo precio del dólar a partir del 14 de agosto sino que también corrigieron en función de la aplicación de 7,5% del impuesto PAIS.
Así el piso de la inflación se reafirma en 12% para este mes. El techo es todavía incierto pero, en cualquier caso, el consenso de analistas y economistas del mercado prevé que los congelamientos de precios, particularmente del dólar oficial, le resten combustible a la suba.
En contrapartida, existen una serie de factores que presionan al alza. De acuerdo a los datos de inflación mayorista difundidos ayer, que marcaron una suba de 18,7% en el nivel general, se destacó la suba de los precios de los productos importados. Esta división acusó un alza de 30,2%, lo que replica no sólo el salto del dólar oficial de 22% tras las elecciones primarias sino también la aplicación del impuestos PAIS a las importaciones.
La medida, coloquialmente denominada “devaluación impositiva“, entró formalmente en vigencia durante la última semana de julio pero lo cierto es que el anuncio paralizó las operaciones con lo cual el pleno impacto repercutió en los precios de agosto.
A partir de ese momento, más allá de un mejoramiento transitorio en la liberación de permisos de importación en los primeros días de septiembre, el cerrojo para el acceso al mercado oficial de divisas se reforzó al extremo. Ese nivel de restricciones contribuye a que los precios de los bienes e insumos y productos importados en general se vinculen en mucha mayor proporción al dólar financiero que al oficial. Ese dato implica que, a pesar de que la devaluación tanto impositiva como del tipo de cambió se filtró de manera inmediata, todavía queda margen para que sigan los aumentos. Esto porque durante agosto, el dólar contado con liquidación, la variante que más influye para el comercio exterior incluso en el caso de que los importadores puedan acceder al mercado único y libre de cambios ya que no cuentan con la certeza de que volverán a hacerlo a la hora de reponer la mercadería, aumentó 40%, es decir, 10 puntos porcentuales más de lo que lo hicieron los importados según el Indec.
“El de los importados fue un salto muy en línea con el tipo de cambio oficial de agosto y el aumento en el precio por el impuesto país del 7,5%”, ratificó el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo. Para el economista, el dato de la inflación mayorista “da cuenta de que el traslado de la devaluación va a seguir en los en los precios minoristas como vimos estas semanas”.
De acuerdo a la flamante publicación oficial elaborada por la Secretaría de Política Económica a cargo de Gabriel Rubinstein, durante la primera semana del mes los precios al consumidor registraron una suba de 2,1 por ciento. Mediciones privadas indican que, comparadas con las primeras dos semanas de agosto, es decir, previo a la corrección cambiaria, la inflación minorista se ubica en torno a 15%, con la expectativa de que se modere en la segunda quincena del mes.
“Para septiembre esperamos un segundo mes con inflación de dos dígitos. El nivel general de nuestro IPC GBA marcó en la primera quincena de septiembre una suba del 15,3% respecto al mismo período de agosto, registrando el máximo nivel desde que inicia la serie y dando cuenta del arrastre que dejó la segunda mitad de agosto”, sostuvo la consultora Ecolatina esta semana, en un informe en el que, al igual que muchos analistas del mercado, destacó el efecto transitorio de los congelamientos de precios y la falta de anclas inflacionarias.