El artista, que continúa internado en una clínica cordobesa tras sufrir un ACV, se emocionó al contar un episodio de su vida cuando era chico.
El miércoles pasado Carlos La Mona Jiménez se descompuso mientras estaba cenando en su casa y tuvo que ser internado de urgencia. Desde ese momento, la preocupación por su salud fue en aumento y, aunque en un principio sus familiares no dieron información sobre lo que le había ocurrido al cantante, trascendió que había tenido un accidente cerebrovascular. Su hija Natalia Jiménez contó que su padre estaba en observación en el Instituto Modelo de Cardiología de la ciudad capital cordobesa.
En ese momento, desde el entorno del artista habían dicho que “estaba comiendo, se mareó y se le torció la boca” por lo que fue trasladado de inmediato a la clínica cordobesa. El cuartetero, si bien evoluciona favorablemente, continúa internado en observación.
Su hija Natalia es quien lo acompaña en forma permanente y quien relata, a través de sus redes sociales, el paso a paso de la evolución del líder de la música cuartetera. En esta ocasión, durante la tarde del sábado, compartió una publicación en su feed de Instagram que emocionó a sus seguidores. Se lo pudo ver a La Mona relatando una parte de su infancia, y de su casa familiar.
“No sabía que existía un baño. Yo siempre de cuclillas para hacer mis necesidades, en la casa de mi abuela y en mi casa. No supe lo que era un baño”, comenzó contando el cuartetero, a quien no se lo veía en cámara pero se le podía escuchar su irreconocible voz.
Acto seguido, abrió su corazón y contó el momento en el que junto a su familia se mudaron a una casa más grande. “Por eso cuando llego a Luz y Fuerza mi papá nos dijo: ‘Nos dieron la casita porque cumplí 20 años en la empresa, que tiene 2, 3 dormitorios, hay un baño, una cocina y un patio al fondo’. Mi papá ahí puso frutales, de duraznos, manzanas, ciruelas y un gallinero. Yo me asombré cuando vi la pieza mía porque era grande, era como la habitación donde estábamos durmiendo todos en la cocina. Yo tenía 6 años y cuando llego me asombré de ver la pieza tan grande, pero lo que no entendía qué era fue cuando me mostraron el baño”, relató despacio, ante la profunda mirada de Natalia.
“Mi papá me dijo: ‘Este es el baño, donde vos vas a hacer tus necesidades, te vas a poder sentar, y esto es para que te lavés la cola’. Mi mamá me bañaba ahí en invierno, con agua caliente y me pasaba un esponja abajo de los brazos, en la cabeza, en todos lados, hacía mucho frío en invierno, hacía cero grados”, continuó relatando el artista. “Bueno, cuando vi el baño me metí en la ducha y me metí con ropita y todo porque era verano. Y abrí la canilla y me metí abajo del agua fría”. En ese instante, su hija, que lo escuchaba atentamente estalló en llanto y la Mona continuó: “Fue muy hermoso, fue lo más lindo que tuve en mi vida, haber conocido un baño”. Al terminar de pronunciar esas palabras se quebró y juntos se apretaron fuerte las manos, mientras Natalia se la besaba. “No llores, viejo”, le dijo profundamente conmovida. Luego continuó: “Viste que no me encontraba, ahí lo encontré, al Carlitos cuando era chico. Ahí lo encontré cuando vi el baño y cuando iba a abrir la canilla y Ricardo me dijo: ‘no, el agua caliente, no’.