Tras la muerte de su hija en 2015, la herencia faraónica de Whitney Houston es todo un misterio. Hace 60 años nació la estrella que conquistó al mundo y que generó un legado de 20 millones de euros. Por ello, se dejó atado en sus últimas voluntades ante cualquier posibilidad.

La artista falleció en 2012 a causa de ahogamiento en la bañera tras consumir drogas que le provocaron un fallo cardíaco. Ray Watson, su guardaespaldas, fue quien la encontró en su habitación del Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles. Tras este trágico suceso, la heredera fue su hija, Bobbi Kristina, pero como tenía todavía 19 años, no podría disfrutar de la fortuna de su madre hasta que no cumpliese cierta edad. Así, a los 21 años, Bobbi cobró dos millones de dólares al cumplir la mayoría de edad en Estados Unidos.

A pesar de ello, después de la muerte de su madre se encontraba en una situación emocional muy inestable. Tres años después que Whitney, Bobbie Kristina Brown murió ahogada tras consumir drogas. A los 25 años, hubiese recibido otra cantidad de dinero y a los 30 hubiese recibido toda la herencia.
 
Tras su muerte, se designó como albaceas a su madre Cissy y su cuñada Pat Houston, mujer de su hermano mayor Gary y que fue su manager durante toda su carrera como cantante. Asimismo, antes de ser madre, Whitney expresó: "Si no hay un hijo que le sobreviva, las joyas irían a Cissy Houston y su dinero se dividiría entre sus padres, sus dos hermanos Michael y Tommy, y su entonces marido Robert Brown", según recoge Radar Online. Estas palabras se firmaron cuando aún era esposa de Brown y murió estando divorciada, así que no tuvo ningún derecho para percibir la parte que en su momento ella decidió cederle. Los 18 millones de dólares restantes (sin los dos millones que fueron ya entregados) se repartieron entre su madre y hermanos.

Además, son gestores de los derechos de imagen de la artista norteamericana. Con ellos, siguieron con nuevos proyectos profesionales relacionados con la música y vida de Houston. Sacaron un álbum de góspel póstumo y un documental titulado 'I Go to the Rock: The Gospel Music of Whitney Houston' con motivo de su 60º cumpleaños.
 
“Nunca llegó a concretarse. Estamos haciendo todo esto a través de la perspectiva de Whitney. Es especial porque esta es la celebración de su 60º cumpleaños. Este proyecto es definitivamente un trabajo de amor para ella. La representa de una manera muy espiritual”, expresó Pat Houston para 'Los Angeles Times'.

Actualmente, la herencia es un tema del que la familia se muestra reacia a hablar. “A Whitney la amábamos todos por su don, por su voz y su talento. Se entregaba por completo, nos lo dio todo’’, manifestó Pat a 'Vanity Fair'. Sin embargo, es innegable que la estela de la de Nueva Jersey sigue generando polémica y alguna que otra alegría.



 

Con información de El Confidencial