Mauricio Angonova, jurado popular, y Juan Carlos Ceballo, acusado por homicidio y actual abogado, relataron la experiencia de hace 25 años atrás en el primer juicio con jurados populares y el proceso de resiliencia que los reencontró en la actualidad.
A 25 años del primer juicio por jurados populares, el acusado y uno de los jurados que lo condenó se reencontraron y han establecido una estrecha relación.
Juan Carlos Ceballo, condenado por homicidio y actualmente abogado y Mauricio Angonova, ex jurado popular y actual responsable de la Vecinal Pizarro estuvieron en Micrófono Abierto para hablar de ese momento histórico que marcó y cambió sus vidas.
Juan Carlos Ceballo fue el primer condenado por jurado popular, “llegué por una pelea y posterior homicidio en Berrotarán en 1997”.
Por su parte a Mauricio lo eligieron desde el padrón electoral, “seleccionaron a 100 personas y de esas salió mi nombre”.
Mauricio relató a LV16 que no conocía el caso, en ese momento era panadero y los medios de comunicación fueron los que le comunicaron que era la primera persona elegida para ser jurado popular.
“Tenía miedo porque era un homicidio, no había ningún ejemplo anterior a este, uno no sabia como actuar, por eso lo tomamos con total responsabilidad y nos dieron el expediente desde el primer día, lo leímos muchas veces, pensábamos en las preguntas que le podíamos hacer, nos imaginábamos todo y más allá de los miedos lógicos no fue tan difícil”.
Por su parte Juan Carlos relató que tuvo una condena de 9 años y medio con el beneficio de la libertad condicional, por lo que en 2003 salió en libertad.
“En ese momento a ningún imputado le agrada recibir una pena, pero con el tiempo uno reflexiona y cambia de vida. La condena en mi caso fue para bien y me cambió la vida, terminé el secundario y seguí la carrera de abogacía. Hoy ejerzo en derecho laboral, familia y sucesiones”.
Juan Carlos reconoció que su paso por la cárcel le permitió transformar su vida, “la cárcel brinda todos los medios que están a su alcance y hay que reconocer la labor del consejo criminológico, porque gracias a los docentes, asistentes sociales, psicólogos y psiquiatras te dan la oportunidad de estudiar y una amplia mirada para orientarse y poder salir adelante con la ayuda de la familia y la sociedad en su conjunto”.
Estos hombres no se habían vuelto a ver después de la condena hasta hace poco tiempo, cuando Mauricio estaba por recibir un reconocimiento del Tribunal de Justicia, a 25 años del primer juicio con jurado popular, se encontró en la calle con Juan Carlos, quien lo abordó y le dijo quién era.
“Me dijo soy Ceballos y se me heló el cuerpo, pero me comunicó que ese juicio le había cambiado la vida y cuando yo expongo en el Tribunal de Justicia se quedaron sorprendidos porque es un ejemplo de justicia porque reconoce lo suyo y la transformación que se produjo” relató Mauricio.
De este reencuentro se ha generado una relación de amistad y Juan Carlos brindará asesoramiento legal gratuito en la Vecinal Pizarro, que preside Mauricio.
“Yo considero que se cumplió el fin de la pena, que no es el castigo sino recuperar a la persona que cometió un delito y eso es un proceso para luego comenzar con una vida nueva, en el que es fundamental la familia y la ayuda del consejo criminológico, que deberían ser más por la cantidad de internos de la cárcel” manifestó el actual abogado.
Juan Carlos agregó que no tiene inconveniente de contar que estuvo en la cárcel porque es un aspecto de su vida superado.
Mauricio comentó que volvería a ser tribunal “porque es una experiencia única, aprendés a ser imparcial y eso es importante en la vida. Gracias a Dios me tocó un final feliz porque hoy poder charlar con Juan me llena de orgullo porque se profesionalizado y se ha convertido en esta gran persona”.