Lisboa es el escenario desde este martes de la Jornada Mundial de la Juventud, el mayor acontecimiento católico del mundo, que reúne a un millón de fieles atraídos por la presencia del Papa Francisco en un evento sin precedentes para un país sacudido por el escándalo de los abusos a menores en la Iglesia católica.
Del 1 al 6 de agosto de 2023, Lisboa acogerá la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Lisboa 2023), el encuentro del Papa con jóvenes de todo el mundo. A lo largo de una semana, jóvenes de todo el mundo están invitados a participar en encuentros de oración, intercambio y ocio.
El jueves y viernes, el Papa Francisco se reunirá con grupos de jóvenes y voluntarios. Esta tarde dará un mensaje a todos los fieles.
El sábado pasará la mañana en el célebre santuario de Fátima, a 130 kilómetros al norte de Lisboa, donde ya estuvo en 2017, y participará en una gran vigilia en un parque en la capital antes de presidir la misa final el domingo.
El sacerdote Jorge Reinaudo comentó a LV16 lo que se vive en Lisboa: “te subís a un metro hay jóvenes, también en los colectivos, cantan las mismas canciones, comparten la fe, es un intercambio cultural muy enriquecedor. Como experiencia de iglesia, nos descubrimos que queremos encontrarnos entre nosotros, con Jesús y con el Papa, es lo más valioso de la jornada mundial de la Juventud”.
“Es una experiencia muy fuerte, ver jóvenes, que quizás, el gran desafío de la iglesia es que los jóvenes puedan vivir su fe y acá se ve en la máxima potencia”, sentenció.
Acerca de las actividades de las jornadas, el sacerdote reveló que hay una aplicación donde se detallan las actividades como las eucaristías, misas, plazas con confesadores preparados.
“Participé de una misa de los argentinos con muchos obispos y sacerdotes, también misa de los influencers, pude conocer sacerdotes varios países”, dijo.
Aseguró que hasta el día de hoy no vieron al Papa, “hay muchísima gente y no se sabe por dónde pasa”.
Por último, describió todo lo que se vive allí: “es lindo compartir momentos de cantar en las calles, saltando en un colectivo cantando las mismas canciones, hacer eucaristía y tener momentos de reflexión, de escucha. Es renovar la fe que hay entre nuestros corazones”.