El papa Francisco llegó ayer a Portugal para participar en la Jornada Mundial de la Juventud que congrega cientos de miles de jóvenes y, entre otras actividades que tuvo, se reunió este miércoles con víctimas de abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero portugués.

Aunque los medios tradicionales se ocupen más de las cuestiones religiosas de diversas creencias cuando ocurre un escándalo y en las redes se agigante la grieta entre los que creen y hablan de fe y los que militan en contra de la fe y las creencias, la verdad muestra que una gran mayoría en el mundo profesa alguna religión.

Los lugares de peregrinación se encuentran repletos de fieles de distintas creencias y en la aldea global donde se cambian las formas de expresión y vinculación, nuevas generaciones y viejas generaciones con experiencias a cuesta, piden cambios en la doctrina religiosa.

Tal vez la católica sea una de las iglesias cristiana en mayor búsqueda de cambios. Y en este punto si venimos a la Argentina, tendremos que abstraernos de la realidad que el Papa es argentino y que para variar las aguas se dividen en torno a su figura y por ende a la iglesia.

El papa Francisco llegó ayer a Portugal para participar en la Jornada Mundial de la Juventud que congrega cientos de miles de jóvenes y entre otras actividades se reunió este miércoles con víctimas de abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero portugués.

Durante un encuentro ante la jerarquía eclesiástica de Portugal, el pontífice argentino había hecho referencia a "la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro".

Francisco también visitará Fátima, la ciudad al norte de Lisboa donde la Iglesia católica afirma que la Virgen María se apareció a tres niños pastores pobres en 1917. Esta es la segunda visita a Portugal del pontífice, de 86 años, que en 2017 estuvo en el santuario de Fátima. En su primer mensaje habló sobre medio ambiente y Ucrania. Pidió políticas que ayuden a proteger el medio ambiente y a garantizar un futuro a los jóvenes, acuciados por la falta de trabajo y el aumento del costo de la vida.

"El problema global sigue siendo extremadamente grave: los océanos se están calentando y sus profundidades sacan a la superficie la fealdad con la que hemos contaminado nuestra casa común. Estamos convirtiendo las grandes reservas de vida en vertederos de plástico", lamentó Francisco.

Un estudio realizado en España antes de este encuentro mundial muestra que los jóvenes le piden a la Iglesia ser escuchados y ser protagonistas de las iniciativas pastorales dirigidas a sus coetáneos.

El 69,6 % de los jóvenes manifiestan su preferencia por iniciativas de encuentro en formato presencial. Se acabó la idea de esperar a que los jóvenes se acerquen a la Iglesia: "No podemos organizar algo y quedarnos esperando a que vengan, porque no van a venir. Hay que ir a buscarlos con sus intereses, sin asustarlos, y darles propuestas muy personales, individualizadas".

"No se puede dejar todo en manos del típico cura joven y simpático, porque son pocos–constata la directora del estudio–. Cada persona en la Iglesia es la responsable de la evangelización".

Convocados y reunidos por colegios, parroquias, movimientos o por iniciativa personal, miles de jóvenes argentinos son protagonistas del encuentro en la capital portuguesa. Entre las diócesis con más representantes inscriptos, se encuentran jurisdicciones como Córdoba, Mendoza o San Isidro.

En diálogo con Mabel Sánchez, el párroco de Fátima, Fernando Gómez, se refirió a las jornadas que fueron inauguradas por Juan Pablo II en el año 87 y expresó que "es muy fuerte estar en este lugar" junto al Papa. "Es la jornada mundial de la juventud más numerosa. Es impresionante la cantidad de gente que hay", agregó.

Por otro lado, el párroco afirmó que "el espíritu de Francisco hace posible que vivamos esto y continuar la obra de sus antecesores, con esta temática de la escucha, de escuchar a todos, que sea una iglesia inclusiva, que salgamos a buscar a la oveja perdida, y todas estas características de Francisco que es un hombre que busca las periferias existenciales y las periferias geográficas, sobre todo buscar al más vulnerable, al más débil".

"Esta fuerza de la comunión le da una vitamina nueva a la Iglesia. Es importante la participación de los jóvenes", concluyó Gómez.