Otra vez, se desarrolló un intenso despliegue policial en el sector. Vecinos aseguraron que a la siesta hubo tiros entre grupos enfrentados. Jorge "Nerola" Gómez,el joven sospechoso, sigue prófugo.
La tensión en Marqués Anexo parece no tener fin. A una semana del crimen de Leandro Narváez, el adolescente de 16 años que fue asesinado el domingo 21 de este mes, ayer en el sector hubo un gran despliegue policial.
La Guardia de Infantería, patrulleros y hasta el grupo de elite Eter montaron un operativo a escasos metros del domicilio donde el viernes asesinaron a Brian Rivas (20).
Es que en sólo seis días, Marqués Anexo fue escenario de tres cruentos episodios. El sábado 20 a la noche malhirieron a Mauricio Rodríguez (19), que sufrió dos balazos (uno en el cuello) y permanece en la terapia intensiva del Hospital de Urgencias, en grave estado, con respirador artificial. A 24 horas de este caso, mataron a Narváez.
Y el viernes a la mañana, cerca de las 8.30, la víctima fatal fue Rivas.
Para el fiscal Marcelo Hidalgo y la Policía, los dos primeros casos tendrían a un mismo victimario, Jorge “Nerola” Gómez, un joven de sólo 18 años que hasta ahora ha logrado escapar. En tanto, el crimen del viernes habría tenido un origen diferente. Todo, enmarcado en una misma violencia que sacude al sector, y que no es nueva.
Ayer La Voz del Interior reveló que de 2004 a esta parte, 18 adolescentes y jóvenes, de entre 13 y 22 años, murieron en episodios violentos. Trece fueron alcanzados por un balazo, otros tres chocaron en moto, uno fue atropellado y el restante murió ahogado.
Todos ellos tienen un mismo pasado en común: criados en Marqués Anexo, concurrieron al Ipem 338 Salvador Mazza, de donde ya habían desertado antes de morir.
En Marqués Anexo conviven tres sectores: El Pueblito, Ramal Sur y El Nailon.
Ayer, diferentes vecinos de la zona aseguraron a este diario que durante la siesta otra vez se escucharon balazos. Advirtieron que en los tiroteos aparecían vinculados allegados a los dos menores de edad que fueron detenidos por el crimen de Rivas.
No obstante, para la Policía no existió ninguna balacera. “No hay ningún problema en particular, el despliegue sólo fue por prevención, ya que los ánimos están muy caldeados”, señaló una fuente de la fuerza.