Foto: CTIO/NOIRLAB/DOE/NSF/AURA; R. COLOMBARI, M. ZAMANI & D. DE MARTIN
Las galaxias crecen y evolucionan durante miles de millones de años mediante la fusión con otras galaxias o absorbiendo compañeras cercanas. Las primeras etapas de este proceso de crecimiento galáctico se pueden identificar en esta nueva imagen tomada con la Cámara de Energía Oscura (DECam), instalada en el Telescopio de 4 metros Víctor M. Blanco del Observatorio de Cerro Tololo.
La masiva galaxia barrada espiral NGC 1532, también conocida como Haley’s Coronet, se encuentra a unos 55 millones de años luz de distancia en dirección a la constelación austral de Eridanus, el Río. Sus amplios brazos espirales se pueden observar de canto desde la Tierra, con el brazo más cercano sumergiéndose por debajo y el brazo más lejano retrocediendo y proyectándose hacia arriba mientras tira de su compañera enana más pequeña, la galaxia NGC 1531.
La atracción gravitacional de estas galaxias terminará por convertirlas en una sola, ya que NGC 1532 consumirá por completo a su compañera más pequeña.Sin embargo, a pesar de su pequeño tamaño, la galaxia enana ha estado ejerciendo también una notable influencia gravitacional sobre su compañera más grande, distorsionando su brazo espiral más distante, el que se puede ver elevándose por encima del plano galáctico. Además, es posible distinguir columnas de polvo y gas entre ambas galaxias como un puente de materia estelar sosteniéndose por las fuerzas de marea en juego. Esta interacción también ha desencadenado ráfagas de formación estelar dentro de ambas galaxias.
Este desequilibrado tira y afloja cósmico es una muestra de la forma en que las galaxias grandes crecen y evolucionan devorando galaxias más pequeñas, absorbiendo sus estrellas y material de formación estelar. Un proceso similar ha ocurrido en la Vía Láctea, posiblemente seis veces en el pasado, dejando vastas corrientes de estrellas y otras señales en el halo de la Vía Láctea.