A lo largo de la historia, cada generación fue etiquetada de un modo determinado por las generaciones anteriores. Lo cierto es que la tierra está rugiendo y los seres que la pueblan sin distinción etaria se muestran impávidos ante lo local y lo más lejano.

Justo en el día en que los chicos regresan a clases, vamos a detenernos en quienes, en gran medida, forman parte de una generación que nació a partir de 1990 y la primera década del siglo XXI. Son los hijos de la generación X (los nacidos entre finales de los 60 y los 80) con un fuerte cambio en la modalidad de crianza.

Se los denomina 'de cristal' porque se les atribuye una supuesta fragilidad a la hora de enfrentarse a los embistes de la vida adulta, fundamentalmente en el mercado laboral y en el plano educativo, pero a su vez, como el cristal dejan pasar la luz en un magnifico juego de diversidad y belleza.

La filósofa española Montserrat Nebrera los bautizó con el nombre de Generación de Cristal aunque no es un término académico, pero sí de uso corriente. Ella explicaba que la dificultad para establecer casillas generalizadoras que siempre esconden excepciones gloriosas y obvian la tremenda complejidad del ser humano. "El cristal, en cambio, es algo tangible y reconocible en sus características, con algunas claras ventajas, otros enormes inconvenientes (...) La generación que nace con este siglo lo hace inmersa en el mundo digital, que es el de la prisa, el de la información acumulada, y también rodeada de prestaciones y servicios que creemos conquistas irreversibles y que conforman lo que conocemos como estado del bienestar...”

"La generación de cristal es transparente, aunque a veces ese cristal puede estar cubierto por el polvo de la inactividad o agrietado por la presión del vivir a toda mecha, lo que hace que en la mayor parte anide la necesidad de que los sueños se realicen ya, porque en sus referentes (youtubers, influencers, modelos o cantantes, casi nunca escritores, pintores, escultores, arquitectos o políticos) sólo se aprecia el final de éxito y no el camino realizado y, sobre todo, nadie advierte que son la punta de un iceberg en el que el famoso o exitoso asienta sus reales sobre una legión de fracasos. La metáfora de un cristal que puede hacerse añicos es que en los últimos años los padres y las madres han configurado relaciones con sus respectivos hijos de cierto temor”, agrega Nebrera.

Conforme la experiencia de titulares de emprendimientos laborales, subió el índice de incumplimiento horario y que las razones de renuncias se diversificaron: desde viajes hasta reconfiguraciones en los modos de vida con un fuerte discurso basado en lo emocional y la resiliencia o no ante las dificultades de la vida. Representan además la porción más importante en el mundo de consumidores y votantes. Antes vivíamos inmersos en mandatos y en la noción el deber ser. Hoy  en el escepticismo y la duda. 

Cabe mencionar la reflexión del conductor español Cristian Gálvez en una charla frente a un variado auditorio acerca de la enseñanza que deja en tiempos de frustración la figura de Leonardo Da Vinci y la revalorización de la pasión como el vehículo más potente de vida.

Leonardo Da Vinci es considerado sabio renacentista versado en todos los ámbitos del conocimiento humano, (1452-1519) y autor de la frase 'Quien no ama la vida no la merece'.