Después de 10 meses de investigación, cayó la banda de Julio Rodríguez Granthon, el narcopiloto de nacionalidad peruana conocido por ser el máximo proveedor de drogas de Los Monos.
Esta semana, después de varios allanamientos hechos en Rosario, la Policía Federal Argentina y la Procuraduría de Nacrocriminalidad detuvo a 12 miembros del clan de narcotraficantes que eran manejados desde la cárcel.
Esta organización supo ser la principal proveedora de drogas para Los Monos y también tenía vínculos comerciales con la banda liderada por el capo narco Esteban Lindor Alvarado.
Según fuentes policiales, la banda que fue desbaratada este fin de semana estaba dirigida por Rodríguez Granthon desde la prisión y por “Jirafa” Pérez, el hombre más cercano a Guille Cantero (líder de Los Monos), desde el exterior.
Unos 30 allanamientos fueron ejecutados de manera precisa y los investigadores se mantuvieron en secreto durante 72 horas para monitorear los movimientos de los sospechosos bajo la famosa modalidad de “redada”.
El primero en ser detenido fue Facundo “Jirafa” Pérez. Con un largo historial delictivo relacionado con drogas y evasión de investigaciones anteriores, se lo acusa también de agresiones con armas de fuego.
Según la investigación, Pérez desempeñaba un papel importante en la organización, dando órdenes de distribución de drogas, recolectando pagos y llevando las cuentas.
Además de Pérez, fueron arrestados otros miembros de la organización que estaban encargados de la provisión, distribución y venta al por menor de drogas en Villa Banana, es decir, al narcomenudeo. Entre ellos están Ubaldo Pérez, hermano de “Jirafa”, y Marcelo Alejandro Núñez.
Estos inmuebles allanados, algunos de los cuales están ubicados en Troncales del sur de la localidad de Alvear y en Pinares del Sur de la ciudad de Piñero, eran luego vendidos o alquilados por un agente inmobiliario que auspiciaba de “testaferro” y que también fue arrestado.
De los “vuelos de la muerte” a manejar el negocio desde su celda: quién es Rodríguez Granthon
Julio Andrés Rodríguez Granthon, el narcopiloto de nacionalidad peruana, era el máximo proveedor de cocaína en la provincia de Santa Fe. Con la detención de Guille Cantero, pasó de ser “mulo” de Los Monos a formar un engranaje cada vez más fuerte en la venta de estupefacientes.
Poco a poco comenzó a tener bajo su control ciertas áreas de la ciudad de Rosario. Usando una avioneta, llevaba los panes de cocaína y marihuana de un lugar al otro en los llamados “vuelos de la droga”.
En la actualidad, el expiloto de aviación está detenido en el penal de Ezeiza, condenado a 12 años de cárcel por dos causas distintas: una por narcotráfico y otra por participar en el plan para asesinar al exconcejal Eduardo Trasante. Pero estar tras las rejas no le impidió seguir con su “negocio”.
En el expediente figura que el capo narco obligaba a los traficantes de drogas a comprar exclusivamente en su organización por medio de amenazas.
Para mantener su dominio, contrataba sicarios y ordenaba actos de violencia para “eliminar” a sus enemigos y controlar a sus clientes.
Este último fin de semana, tras una investigación de la PROCUNAR y de la Justicia federal santafesina, el Departamento Investigaciones Especiales allanó su celda y además irrumpió en otros 11 búnkeres donde atendían sus empleados. De esta forma, la Policía logró desbaratar gran parte de la banda, o al lo menos a los jerarcas de una de las tantas organizaciones narco que operan en Santa Fe.
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