Ayer martes, en Madrid, se produjo el fallecimiento de Carmen Sevilla a los 92 años, después de una larga enfermedad que la mantuvo alejada del reconocimiento, pero su legado destaca por una gran trayectoria como actriz, cantante y, sobre todo, como "La novia de España". Su hijo fue el cargado de dar la noticia. Desde hace una década estaba retirada de la escena por padecer Alzheimer.

Carmen Sevilla, reconocida figura del cine y la televisión española, también destacó como bailarina y presentadora. Había nacido el 16 de octubre de 1930 en Sevilla bajo el nombre de María del Carmen García Galisteo. A lo largo de su vida, su rostro se convirtió en uno de los más queridos por el público e incluso en nuestro pais tuvo una enorme cantidad de admiradores y seguidores de su carrera.

Una larga trayectoria:
 Carmen Sevilla inició su camino en el mundo artístico a los escasos 14 años, desplegando su talento como bailarina. Su primera incursión en el cine tuvo lugar en los estudios CIFESA, durante una época en la que actrices como la joven Sara Montiel cosechaban grandes éxitos.
A los 17 años, tuvo la oportunidad de ingresar al mundo cinematográfico de la mano de una auténtica estrella de aquel entonces, el mexicano Jorge Negrete. Fue en la película "Jalisco canta en Sevilla" (1949) donde hizo su debut en la gran pantalla, marcando así el inicio de una trayectoria que la llevaría a participar en más de sesenta películas.

El cine folclórico y costumbrista la tuvo como protagonista en títulos tan gloriosos como "Cuentos de la Alhambra" (1950), "La hermana San Sulpicio" (1952), "Violetas imperiales (1952), "Gitana tenías que ser" (1953), "La Pícara molinera" (1954) o "La fierecilla domada" (1956), donde su belleza y simpatía la consolidaron como una actriz de gran popularidad.

Durante estos años, Carmen Sevilla compaginó el cine con la canción, ofreciendo galas dentro y fuera de España y con la llegada de la televisión a España en 1956 la artista se sumó al nuevo medio.

En 1957 participó en "La venganza" (1957), dirigida por Juan Antonio Bardem, que fue la primera película española candidata al Óscar a la Mejor Película de habla no inglesa.

Ese título, junto a "Pan, amor y Andalucía" (1958), le abrieron el mercado a grandes producciones internacionales rodadas en España como "Rey de Reyes" (1961), de Nicholas Ray y producida por Samuel Bronston, o "Aventura para dos" (1957), de Donald Siegel, y "Marco Antonio y Cleopatra" (1972), junto a Charlton Heston.

En Argentina:
En 1955 llegó para filmar el drama “Requiebro” con la dirección de Carlos Schlieper, junto a Ángel Magaña y el joven galán por entonces Luis Dávila. Esta película fue restaurada recientemente por el Instituto de Artes Visuales y aquí la estrella se luce cantando cuatro de sus coplas.

Participó en “Buscando a Mónica” en el año 1962, que el director José María Forqué filmó en la ciudad bonaerense de San Pedro, acompañada por Alberto de Mendoza y actores españoles y brasileños.
En 1971, filma nuevamente en Argentina la película “Embrujo de amor” haciendo pareja con Sandro nada más y nada menos. Este filme se rodó en la localidad de Lobos, provincia de Buenos Aires y componen una atractiva pareja formada por un gitano y una aristocrática.

Por aquel entonces Sevilla participaba frecuentemente del programa “Sábados circulares” de Nicolás Mancera como así también de shows y obras de teatro preparadas para su lucimiento.

En 1985, Alejandro Romay, audaz productor televisivo la contrata para una novela titulada “La viuda blanca”, con libro de Carlos Danna que despertó polémicas y comentarios en su momento ya que trata de una mujer de edad, el rol de Sevilla, que aún estando casada se mantiene virgen e intenta cambiar denodadamente  esa realidad con un joven Gerardo Romano. 

La novela tuvo un suceso inmediato y fue exportada a varios países. En este trabajo Carmen se reencuentra con Luis Dávila aquel actor que la había acompañado en su primer filme: “Requiebro”. También trabajan en el elenco: Cirstina Banegas, Gigi Rua, Katja Aleman y Jorge Barreiro que es quien termina casándose con la viuda virgen.

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