Rubén Ceferino Piriz tiene 16 años, vive en una aldea aborigen llamada Guaporaity, en la provincia de Misiones, y su deseo de estudiar en la Universidad es tan ferviente que, días atrás, escribió una conmovedora carta a la fundación “Mamis Solidarias”.
Por esto, Gente Necesaria, se contactó con él para conocer su sueño y vida, repleta de palabras que reflejan sacrificio y constancia. Es la primera vez que habla en una emisora radial por lo que se mostró contento de cómo se expresó a lo largo de la entrevista.
Su familia está compuesta por su mamá, su papá, su sobrino y hermanos. Todos viven en la aldea compuesta por alrededor de 23 familias, en su mayoría dedicadas al trabajo de la huerta y las artesanías.
Guaporaity se encuentra en medio de la selva, con una vegetación imponente. Las casas, en su mayoría, están hechas de madera.
Ruben estudia en Hipólito Irigoyen en el colegio bachillerato pedagógico N° 2, Jose Manuel Estrada, localidad que se encuentra a 8 kilómetros de su comunidad. Para esto se levanta todos los días a las 5:30 am para iniciar a las 6 am su caminata hacia la escuela, recorrido que le lleva dos horas de ida y dos horas de vuelta. “Hay vueltas que uno se cansa”, dijo.
Además aprendió a hablar castellano en el colegio, ya que antes solo hablaba el idioma de su comunidad, el Guaraní.
Sin embargo, esto no lo detiene en su sueño de poder continuar con sus estudios. “Quiero lograr algo grande para mi comunidad y ayudar a mi familia”, sostuvo.
Indicó que le gustaría estudiar Bioquímica porque combina disciplinas como matemática, biología y química.
Respecto a los roles de la familia, señaló que es su papá quien lo despierta por la mañana. “No importa si hace frío, me abrigo bien y voy al colegio. Cuando hace calor, me llevo una botella de agua”, señaló.
Hace un año recién la comunidad tuvo Wi Fi, y por esto las complicaciones que atravesó Ruben para estudiar, en el marco de la pandemia fueron importantes. A esto se sumó que él no tenía teléfono celular.
“Pensé que iba a repetir. Por eso me fui al colegio, les manifesté mi preocupación a las docentes y me dijeron que tenía la oportunidad de revincularme. Ahí me puse las pilas y en dos semanas aprobé las 12 materias que adeudaba”, recordó.
Respecto a la conmovedora carta que escribió a la fundación “Mamis Solidarias”, dijo que fue gracias a gente buena que lo rodea y motivó a luchar por sueño de estudiar en la Universidad. “Con el diploma en mano volvería a mi comunidad y le demostraría que con el esfuerzo de cada día y la ayuda de personas buenas tu puedes lograr lo que sea”, concluyó con gran emoción.
La carta de Ruben:
Conductor: Pablo Ferrari
Operador: Andrés Berretta
Producción Periodística: Carolina Chiarotto