A nueve meses de que comenzara el juicio por estafas millonarias en en la venta de departamentos, finalmente este miércoles la Cámara 10º del Crimen dictó sentencias contra Jorge Ribeiro, a quien condenó a 11 años de prisión en suspenso, su yerno Carlos Castro, que recibió una pena de 8 años y a Georgina Ribeiro, quien fue sentenciada a 5 años.

Cabe aclarar que ninguno de los mencionados irá preso hasta que la resolución del tribunal quede firme en una instancia superior.
Por otro lado, Ana Ribeiro fue condenada a 3 años de prisión condicional y Marcos Lio a 2 años y 6 meses también de manera condicional.

El defensor de Ribeiro, Gabriel Loyo, dijo que los fundamentos del fallo serán determinantes para ver qué actitud tomará. “Sin lugar a dudas que no coinciden con lo que había pedido esta defensa, así que había pedido absoluciones en todos los casos”.
La condena más alta fue contra Jorge Ribeiro, a quien se lo encontró responsable de ser el jefe de una asociación ilícita en concurso real con 34 hechos de estafa, según indicó el letrado. 

“Nadie queda detenido hasta que no adquiera firmeza la resolución que se acaba de leer”, sostuvo Loyo, quien agregó que sin lugar a dudas van a intentar presentar algún recurso a favor de sus defendidos.


Por su parte, el querellante Pedro Despouy indicó que “es un fallo justo. Quizás esperábamos más pena pero lo contundente aquí fue la indemnización que se ordena pagar que se ajusta a las pretensiones de los actores civiles en las formas que habían sido planteadas en las demandas correspondientes”.

El abogado explicó que el tribunal condenó a todos los imputados a pagar solidariamente más de cien millones de pesos para los damnificados y los montos de tasa de justicia.


La gran estafa

Los ahora condenados realizaron estafas por alrededor de 15 millones de dólares en la venta de departamentos de los edificios de emprendimientos RAE, varios en la capital cordobesa y en Villa Carlos Paz.

La causa data de 2018 y se trató de departamentos que nunca fueron entregados y muchos de ellos ni siquiera fueron construidos.
El arquitecto Jorge Ribeiro fue encontrado responsable de asociación ilícita, así como también su yerno Carlos Castro, quien decidía el destino de los fondos que ingresaban a la empresa Ribeiro Construcciones S.R.L.