Silvina Luna fue una de las víctimas de mala praxis de Aníbal Lotocki. A raíz de las secuelas, debe realizarse diálisis hasta tanto pueda vencer a una bacteria para poder recibir un trasplante de riñón.
Este lunes, la modelo publicó un video desde el Hospital Italiano y contó que se encuentra internada desde el jueves. Sin embargo, sorprendió al compartir un avance que la ubica más cerca de recibir el tan ansiado trasplante.
Silvina Luna habló de un avance que la pone muy feliz
Silvina Luna se mostró feliz en sus redes sociales por un nuevo avance en su salud
“Hola, amigos. Miren dónde estoy... Estoy en la sala de diálisis del Hospital Italiano. Desde el jueves que estoy internada, supongo que mañana ya me voy a casa”, comenzó diciendo.
Acto seguido explicó el motivo de su ingreso y se mostró entusiasmada con un importante avance.
“Me vine a internar porque salieron los resultados de la biopsia de la micobacteria y por fin se pudo detectar cuáles son los remedios específicos que tengo que tomar.
Son dos y los estoy probando para ver si los tolero y si está todo bien, pero por ahora viene todo perfecto así que contenta con eso”, expresó sonriente.
Muy optimista, señaló: “Ya empecé otro camino que me tiene entusiasmada, que es el camino para combatir esta bacteria e ir camino al trasplante”.
A modo de cierre, agradeció los mensajes de cariño y apoyo y envío fuerzas a quienes están transitando su mismo recorrido. “Quería contárselos a todos lo que están pendientes, los que me preguntan y los que me envían oraciones y palabras de cariño. Gracias y seguimos ahí con fuerzas. A no bajar los brazos a toda persona que con una situación similar”, se despidió.
Desde el diagnóstico hasta la diálisis: Silvina Luna habló de su presente
Silvina Luna contó que lleva 13 años así, pero que hace seis meses debió empezar a dializarse. “Nunca pensé que iba a ser tan pronto. Es decir, yo ya venía teniendo problemas de riñones, pero mi rutina era ir cada dos semanas al laboratorio antes de pasar a diálisis y tenía una hipercalcemia que cada tanto me tenía que internar para bajar el valor. Y así fue por casi 10 años, pero tomé corticoides hasta ahora, me fueron cambiando otras cosas y eso fue antes de que me diagnosticaran. Me salió que mis riñones estaban calcificados y que tenía que entrar en diálisis”, recordó en mayo cuando visitó el piso de LAM (América).
Con total sinceridad, admitió que al comienzo peleó un poco con la situación: “Iba muy triste, pero después te vas a acostumbrando. Y hay momentos de aceptación y otros en los que me despierto y digo ‘estoy viviendo una pesadilla’. Pero bueno, estoy acá firme y de pie”. “Siempre fui una persona de seguir adelante y ahora siento lo mismo aunque tenga recaídas de ponerme mal y triste, son más los momentos buenos que busco en el día a día”, dijo con la voz quebrada. Sin embargo, destacó que aprendió a pedir ayuda cuando la necesita y a apoyarse en su hermano y sus amigos. “Ellos me sostienen”, aseguró.
Sobre la diálisis, lo definió como “un mundo que desconocía” y como una experiencia “superfuerte”. “Estoy haciéndolo tres veces por semana, cuatro horas por día. A veces duermo, me llevo un libro... Y ahí empecé con un dolor en el ciático y en las piernas y fue muy duro porque se hizo crónico. Fueron dolores que nunca había tenido y no se lo deseo a nadie porque cuando uno vive con dolor no podés pensar en nada. Ahora, de a poquito, están encontrando los analgésicos para que me duela menos”, detalló.
Respecto a su presente, aseguró que aprendió a disfrutar de los pequeños momentos. “Hoy disfruto cuando estoy bien, cuando me siento bien y puedo ir a tomar un cafecito, cuando no siento dolor. Los días que tengo diálisis vuelvo a casa y solo me quiero acostar y a veces casi que no hago nada. Es día a día en todo sentido”, admitió.
TN