Francisco Gómez es un correntino de 39 años que tiene el oficio, las ganas y el don de la sastrería. Comenzó en su ciudad natal y a partir de su coraje y esfuerzo no paró de crecer en lo profesional. Realizó la réplica del traje de San Martín para el Museo Histórico de Yapeyú.

Nació en Corrientes capital donde aprendió el oficio y desde hace 11 años vive en Buenos Aires ya que le era imposible vivir de esto en su ciudad natal.

En diálogo con Gente Necesaria, señaló que su mamá era empleada doméstica y su padre albañil. “Fui el primero en la familia y amigos en producir algo distinto a lo convencional”, indicó.

Previo a radicar su emprendimiento en Buenos Aires, trabajó en una fábrica de Corrientes que le permitió estudiar diseño, manejo de fibras, telas y composición.

Se refirió a cómo maduró el cambio del lugar donde iba a vivir. Aseguró que fue muy arriesgado pero que se tenía mucha fe de que iba a encontrar el público que eligiera su producto.

“Lo más importante es que yo mantengo esa tranquilidad de pueblo, no me deje deslumbrar por las luces de la ciudad. Me gusta disfrutar de mis momentos y mantener algunas costumbres de mi ciudad natal como el generar un ida y vuelta con el cliente”, indicó.

Réplica del traje de San Martín

En Corrientes se había decidido hacer el Museo Histórico de Yapeyú en el cual se narra cómo fue este prócer en la época de los Jesuitas antes de la llegada de San Martín. “Los organizadores estaban en una disyuntiva; Si hacer el poncho que le donaron a San Martín para el cruce de Los Andes o el traje por el que es conocido. Yo ofrecí mi trabajo para hacer una réplica de su tradicional traje”, recordó  Francisco.

Dijo que consultó entre investigadores y pinturas de la época para conocer los detalles de moldería que requeriría el cuerpo de San Martín, en relación a su altura y características físicas típicas de un hombre con raíces españolas.

“Para mi fue un gran desafío y no creo en mi vida volver a hacer una prenda de tremenda importancia”, sostuvo.

Qué busca la gente cuando elige una prenda

“La persona busca que esa prenda tenga historia, durabilidad, una trazabilidad y que no deba ser descartada al poco tiempo”, concluyó.