Alicia Burnowicz tiene 63 años, nació en Tigre, Buenos Aires, estudió Óptica y Contactología en la UBA, profesión que ejerció hasta que nacieron sus hijos. Cuando llegaron sus niños se mudó a Bariloche y allí montó una fábrica de artesanías.

Con la jubilación decidió cambiar la manera de sentir la vida y eligió la moto, como el rodado, para viajar por todo el país. En Gente Necesaria narró cómo fue esta decisión de vida.

En Bariloche siempre combinó su vida laboral con caminar por senderos montañosos, su fascinación por la naturaleza y el aire libre. Pero en un momento sus rodillas se resintieron y le prohibieron seguir escalando montañas.

“Se complica, soy una mujer muy intensa y necesito hacer cosas al aire libre. Cuando recibí la noticia, probé una moto y me di cuenta que me podía llevar a caminos solitarios de la estepa, con una vida muy similar a la de montaña y la hermandad característica de ese lugar. Eso me atrapó”, dijo. Añadió que disfruta hablar de los paisajes, el viento, los aromas y vivir despeinada.

Comentó los viajes que realizó hasta el momento. El primero fue en 2019 hacia “El Bolson”, a 120 kilómetros de Bariloche.

Mencionó algunos aprendizajes que le deja este nuevo estilo de vida y las ventajas de viajar solo. El desapego fue algunos de los puntos que mencionó.

“Cuando dejas de hacer algo que te gusta te estas poniendo viejo. Nunca es tarde para buscar un sueño y tratar de cumplirlo”

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