En el marco de las precariedades laborales, el empleo registrado sin que alcance el salario y el desempleo, las organizaciones sociales y sindicatos militaban la necesidad de organizarse colectivamente. Una de las formas concretas son las compras comunitarias.

Viviana Pomiglio, de APECAF (trabajadoras de casas  de familias), José Badellino, de la Federación de Cooperativas de Trabajo, y Rodrigo Salazar, de la agrupación estudiantil universitaria SAL, en diálogo con Lv16, coincidieron en la necesidad de anteponer los “intereses  colectivos sobre los individuales”.

Pomiglio señaló que "La olla popular que es una forma de manifestar la situación que atravesamos la mayoría de los trabajadores. Percibimos un sueldo, pero no llegamos a la canasta básica y hemos tenido que idear esta historia que empezó el año pasado con un sistema de compras comunitaria". Añadió que "sería iluso no creer que los salarios son de miseria, que los jubilados están siendo vapuleados y que las obras sociales están en una crisis y en un deterioro terrible".

Por su parte, Badellino afirmó que la venta de alimentos en el almacén cooperativo se ha visto afectada por la difícil situación económica. 

"Para todas las personas asociadas y que son afiliados a los sindicatos aplicamos un descuento del 12, 5% en todo el tramo y en la compra comunitaria de alimentos hay un ahorro considerable", cerró el miembro de la Federación de Cooperativas de Trabajo.

Por otro lado, Salazar indicó que la situación de los estudiantes es cada vez más difícil, ya que cuentan con dificultades para acceder a una alimentación adecuada y para ingresar o mantenerse en la universidad debido a la figura del "estudiante-trabajador". Añadió que "aunque hay becas, los precios afuera son altos, y muchos estudiantes están recurriendo a compras comunitarias para poder comer".



Imagen: Portal APU.uy