Los ejecutivos de la empresa Obrascón Huarte Lain (OHL), uno de los mayores grupos constructores de España, conocieron de cerca la más dura cara negociadora de Cristóbal López.
Ayer se conoció que la compañía europea le vendió su participación en la explotación de la autopista Ezeiza-Cañuelas a una empresa cercana al patagónico después de meses de negociación. En el medio quedó una discusión que los españoles recordarán.
La noticia dura da cuenta de que el prolífico empresario adquirió parte de la concesionaria a través de una de sus sociedades, Esuvial, perteneciente a CPC Ingeniería y Construcciones, una de las firmas que gestiona el Grupo Indalo, propiedad de López. La operación fue de casi 56 millones de pesos. Pero los orígenes de la transacción se remontan a principios de octubre.
En ese momento, López había acordado la compra de 10% de las acciones que el Banco Galicia tenía en Autopistas al Sur (la firma concesionaria) y también el paquete de OHL. Pero poco antes de la firma los españoles desistieron de la operación.
Fue cuando se conoció que López y los suyos se quedarían con una porción minoritaria de la compañía, una rareza para empresarios que se caracterizan por comprar mayoría accionaria para poder gestionar la compañía en la cual desembarcan.
Sin embargo, el patagónico no se quedó quieto. Al no poder comprar la parte de OHL negoció con el Banco Galicia la compra de un crédito por algo más de $ 23 millones que la entidad le había hecho a la concesionaria y que tenía como garantía las acciones de Autopistas del Sur.
Según lo que pudo reconstruir LA NACION, ese préstamo tenía dos vencimientos, uno a fin de este año y otro a fines del próximo. Así las cosas, López puso a los españoles ante la disyuntiva de pagar el crédito o entregar parte de las acciones en garantía.
Ante esta situación, los ejecutivos de OHL volvieron sobre el comprador. "Ahora sus acciones valen cero. Y no sólo eso. Nos van a tener presentes como accionistas minoritarios en todas las decisiones de la compañía", contestaron desde Indalo cuando escucharon la oferta.
Finalmente, fue el comprador el que puso las condiciones y los españoles los que las aceptaron. Así se concretó la compra de una concesión de un tramo de 60 kilómetros que dejó de ser un negocio rentable hace varios años.
Más allá de ese ahorro en los honorarios, el interés de López en la concesión radica en la posibilidad concreta de que aumente el precio de los peajes, además de poder generar contratos de obra pública adjudicados a la constructora.
López está presente en varios negocios. Es dueño del canal C5N y de Radio 10, de Alcalis de la Patagonia, del Banco Finansur y de Olivares del Sol, entre otras cosas. Sus negocios más rentables son dos: el petróleo, del cual participa a través de Oil, y Casino Club, la principal concesionaria de salones de juego de todo el país. (Fuente: lanación.com)