Cortar cebolla es, para muchos, una tarea titánica. El ardor no se hace esperar, las lágrimas llegan rápido y seguir con la delicada tarea de subir y bajar el cuchillo se hace casi imposible.
Ahora, para este grupo surgió una variedad que puede ser clave, “pica menos” a la vista y fue llamada Alcira por Ignacio Paunero, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria de San Pedro.
“La esencia del sabor se mantiene”, aclaró en diálogo con La Tarde del Limón.
Es la tercera que patenta el especialista, después de las variedades Victoria y Paula. Los nombres corresponden a su hija, su esposa y su madre, Alcira, a quienes define como las mujeres de su vida.
Dicha variedad es de color amarronado, tamaño regular, forma alargada y al igual que las otras dos, tiene menos compuestos azufrados. De todos modos “te hace llorar".
El especialista explicó
el proceso por el que se creó Alcira, el cual tiene que ver con un proyecto de “mejoramiento genético tradicional” y no con modificaciones en las que se introduce ADN. El mismo se inició en el año 2000.
Para lograrlo se realiza un entrecruzamiento a cielo abierto, donde se fecundan plantas con el polen de otras especies a través de la acción de los insectos. En este caso, se colocaron las plantas próximas y cuando florecieron, colmenas de abejas generaron el intercambio de polen.
Por otra parte sostuvo que
estos proyectos garantizan la seguridad alimentaria del país por ser realizados con materiales propios y patentados por Argentina.
En tanto señaló que
los consumidores deberán esperar cerca de un año y medio para poder adquirir esta variedad en las góndolas, lo cual dependerá del método de producción que utilicen los semilleros.
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