La moldense Luciana Sagripanti fue reconocida con el premio "Lía Encalada" en la Facultad de Agronomía de la UBA, organizado por la Asociación Civil Mujeres de la Ruralidad Argentina.

En diálogo con AM1010, Luciana comentó que se trata de un reconocimiento que permite visibilizar la tarea de la mujer en todos sus roles dentro de la ruralidad.

Sagripanti fue reconocida en la categoría de agroecología, “para mí ha sido una sorpresa grande, es la primera vez que está la categoría en los premios y me genero mucha alegría que haya tantas mujeres haciendo agroecología en distintas partes y paisajes totalmente distintos a los míos”.

La ruralista comentó que “la agroecología no es fácil, pero no es imposible, siempre significa más trabajo porque estamos acostumbrados al modelo industrial y hay un vínculo social con todas las localidades de cercanía”.

Sagripanti comentó a Micrófono Abierto que “este tipo de explotaciones de transicionar hacia la agroecología y volcar productos que son sanos y saludables, a reconstruir desde la educación una propuesta distinta, se genera porque hay todo un contexto que te banca y favorece y es posible, porque es el sueño de muchos que se va concretando cada vez más en distintas zonas”.
 
La ruralista moldense comentó que el 60% de los campos tienen un modelo agroindustrial, el resto son productores familiares con otros vínculos con la tierra, “que tomamos otras decisiones que no van con el mercado, estamos en una situación en la que por amor o por espanto buscamos alternativas para la producción”.

Sagripanti manifestó que el último verano ha sido una marca de fuego con las olas de calor, la falta de agua, heladas, todas situaciones críticas que llevarán su tiempo para poder recuperar la capacidad de contención de agua para seguir produciendo.

La productora agroecológica consideró que “no hay productores buenos o malos, acá hay una línea clara de si queremos cuidar los recursos hay que hacer visibles que no hay productores tomando las decisiones del uso de la tierra, de la biodiversidad, bosques, sino que hay un diálogo permanente en toda la comunidad. Nadie quiere producir un alimento o producto que perjudique la salud, no está en la conciencia del ser humano hacer cosas que afecten a los otros”.