El papa Francisco se reunió por primera vez ayer con el presidente ruso, Vladimir Putin, en una audiencia privada en el Vaticano, en la que ambos abogaron por una salida "negociada" de la crisis en Siria, que tenga en cuenta sus componentes étnicos y religiosos.

Los dos líderes, que conversaron a puertas cerradas durante 35 minutos en la biblioteca del Palacio Apostólico, acordaron "favorecer iniciativas concretas para una solución pacífica del conflicto" y reconocer el papel "imprescindible" de la sociedad siria.

Además, destacaron la "urgencia de hacer cesar la violencia" en la guerra civil, una crisis que lleva más de dos años y medio a la que se buscarán respuestas en la conferencia de paz Ginebra 2, fijada para el próximo 22 de enero.

A través de un comunicado, la Santa Sede subrayó "la urgencia del cese de la violencia y de hacer llegar la asistencia humanitaria necesaria a la población siria", y destacó la necesidad de "favorecer iniciativas concretas para una solución pacífica del conflicto, que privilegie la negociación".

Putin aprovechó su visita al Vaticano para agradecer a Francisco la carta que éste envió con motivo de la cumbre del G-20 en San Petersburgo, en septiembre pasado, para pedir que se evitaran "soluciones militares" al conflicto en Siria.

Durante la audiencia, Putin y el Pontífice hablaron también de "las buenas relaciones bilaterales" entre Rusia y el Vaticano.

La Santa Sede y Moscú decidieron establecer relaciones diplomáticas "plenas" en diciembre de 2009 y elevaron sus representantes a rango de embajador y nuncio apostólico. En 1990, habían establecido relaciones sólo a nivel de representantes.

Después de reunirse con el Papa, Putin pudo seguir tratando cuestiones de alcance internacional y bilateral entre Rusia y el Vaticano con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.

Después, el presidente ruso y Francisco procedieron al tradicional intercambio de presentes. El Papa le regaló un mosaico con una panorámica de los jardines vaticanos, mientras que Putin le entregó la representación de la Virgen de Vladimir, una de las imágenes más veneradas en la Iglesia Ortodoxa.

Más tarde, Putin se persignó según el rito ortodoxo y besó la imagen de la Virgen, un gesto que posteriormente fue repetido por Francisco.

La de ayer fue la cuarta visita de Putin al Vaticano desde 2000. La reunión se dio en un momento de diálogo y acercamiento entre la Iglesia Católica y la ortodoxa rusa, aunque Putin no pudo invitar al Papa a Rusia, al no contar con el respaldo del patriarca ruso, Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

La idea de un viaje papal "no figuraba entre los temas" tratados, reconoció el padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano.

Putin aterrizó en el aeropuerto romano de Fiumicino casi una hora después de lo previsto, por lo que llegó con 45 minutos de retraso a su encuentro con el Papa.

LA CONFERENCIA DE PAZ EN SUIZA SERÁ EN ENERO

La ONU confirmó ayer que la conferencia de paz para Siria, conocida como Ginebra 2, será el próximo 22 de enero. La reunión, que desde junio pasado fue pospuesta varias veces, es considerada el único foro en el que el gobierno sirio y la oposición pueden mantener negociaciones para llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra civil.Los asuntos que trabaron la celebración de la conferencia fueron la lista de países invitados; la eventual presencia de autoridades de Irán, principal aliado del régimen de Bashar al-Assad, y que se garantizara la representación de la oposición. (Fuente: lanación.com)