Un bloqueo es un procedimiento para inyectar medicación(en general un anestésico local y un corticoide de depósito) en una articulación o en la cercanía de un nervio. En otras palabras, se aplica la medicación en los sitios en que se considera que se está generando y/o transmitiendo el dolor. Por lo tanto, existen muchos tipos de bloqueos diferentes, que se adaptan al dolor de cada paciente. Se pueden utilizar por ejemplo para tratar el dolor relacionado a la columna vertebral, pero también los usamos para tratar otros tipos de dolor entre los que podemos nombrar por ejemplo a la coccigodinia, las cefaleas refractarias, el dolor neuropático y el dolor sacroilíaco, entre otros. En general se realizan en forma programada, pero a veces el dolor es tan severo que se llevan a cabo de urgencia durante una internación.

Los bloqueos se realizan con alguna guía por imágenes, que puede ser: bajo tomografía, radioscopia o ecografía. La elección del método depende de cada caso en particular, la disponibilidad de la aparatología y la experiencia de quién lo realiza. Nosotros los realizamos por ejemplo, con cualquiera de las tres guías de imágenes.

El paciente se encuentra despierto durante el procedimiento, en la mayoría de los casos acostado boca abajo. Los bloqueos se realizan comúnmente con anestesia local y se trata de un procedimiento ambulatorio, por lo que al paciente se le otorga el alta luego del bloqueo.
En cuanto al objetivo buscado, pueden nombrarse 3 tipos: diagnóstico, terapéutico y neurolítico.
En el primero, solo se inyecta un anestésico local para evaluar si una estructura determinada es la causante del dolor.
El terapéutico incluye la inyección de un corticoide de depósito, intentando producir una disminución de la sintomatología dolorosa al reducir la inflamación. Son procedimientos paliativos para tratamiento del dolor, es decir que no curan la patología subyacente en la columna vertebral.
Los bloqueos neurolíticos son aquellos que tienen como finalidad destruir una estructura nerviosa e incluyen la inyección de fenol o alcohol para lograrlo. Estos últimos son típicos en los bloqueos simpáticos.

Dr. Damián Bendersky (M.N. 130405). Neurocirujano (Instagram: @consultoriodedolor, web: www.consultoriodedolor.com.ar)

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