De chocolate blanco o chocolate negro, con dulce de leche o con frutas, simple o triple... Los alfajores en Argentina vienen en miles de formas y sabores, y hasta se podría decir que hay uno especial para cada persona. A nivel país, es una de las golosinas preferidas y, ahora, también lo es a nivel internacional. Un reconocido portal gastronómico consideró al alfajor como la segunda mejor “cookie” (galletita) del mundo, solo por detrás de un dulce argelino.
El sitio Taste Atlas describió al alfajor como “un sándwich que consiste en dos galletas dulces redondas y desmenuzables con un relleno de dulce de leche o mermelada entre ellas. Luego, la combinación se cubre con una capa de chocolate o se espolvorea con azúcar glaseada”.
“El nombre alfajor proviene de la palabra árabe al-hasú, que significa lleno o relleno. Aunque las galletas se pueden encontrar en toda América Latina, son originarias de Andalucía, España. Cuando los españoles llegaron a América, trajeron sus alimentos y tradiciones en el camino, y con el tiempo, casi todos los países de América Latina han adaptado el alfajor español para hacerlo propio”, detalló el portal.
El ranking ya había ubicado a los alfajores en listas anteriores, pero nunca entre los primeros puestos. Allí están ahora los típicos makroud el louse de Argelia, que son galletas sin harina que consisten en almendras, huevos, azúcar y un saborizante de agua de azahar.
Además, el sitio publicó una lista con los mejores lugares para comer alfajores. La marca marplatense Havanna se quedó con el primer lugar, mientras que el Café Tortoni y los Alfajores Santafesinos Merengo completaron el podio.
El ranking
Quién inventó el alfajor argentino
Hay versiones varias sobre el alfajor argentino, tal vez incomprobables. Pasaron muchísimos años. Una de las historias cuenta la de Augusto Chammás, un químico francés que llegó a la Argentina a mediados del siglo XIX e inauguró una pequeña industria familiar en Córdoba que se dedicaba a la confección de dulces y confituras. Este hombre modificó el formato del alfajor: era cuadrado y lo volvió redondo.
Sin embargo, no todos están de acuerdo. Otra corriente sostiene que el primero en masificarlo fue el santafesino Hermenegildo Zuviría, apodado “Merengo”, el mismo de la historia vinculada a la redacción de la Constitución argentina de 1853. Según relata la actual compañía fabricante de los alfajores santafesinos, la esquina donde Merengo despachaba sus bebidas y vendía sus alfajores tenía en la planta alta algunas habitaciones que se alquilaban a forasteros y viajantes que estaban de paso por Santa Fe. En una de ellas se instalaron los constituyentes Delfín Huergo, Juan María Gutiérrez y José Benjamín Gorostiaga, quienes fueron agasajados con los alfajores de Merengo durante lo que duró su estadía hasta la firma de la carta magna.
Fuente: Infobae
Foto portada: Getty Images