Según fuentes oficiales, se hará una modificación de la meta de reservas que estaba acordada para 2023. Esto es así porque, según el Gobierno, el FMI entiende que los factores antes mencionados han tenido un efecto irreversible en el corto plazo y que afectan el saldo comercial o su potencial utilización.
Según las fuentes, el anuncio oficial de estas modificaciones se hará “entre lunes y martes próximo” y coincidirá con otro anuncio, en este caso, de la aprobación de las metas del último trimestre del 2022 a nivel staff level agreement (previo a la aprobación del board del organismo a mediados de marzo). Una vez aprobado por el board, se desembolsarán unos u$s 4.000 millones para las reservas del BCRA.
En este sentido, un detalle no menor, es que las fuentes ratificaron que el Gobierno persistirá en la consecución de las otras metas, las fiscales y monetarias, si bien no quisieron detallar a qué nivel deberán ir las reservas de ahora en más en el nuevo acuerdo con el FMI. Es decir que el programa con el FMI no sufriría modificaciones en cuestiones fiscales y monetarias, y sólo se harían cambios en los niveles de reservas que deben conseguirse.
En rigor, en el encuentro celebrado en la India en el marco del G-20, la propia Kristalina Georgieva, titular del FMI, respaldó la posición del ministro Sergio Massa de sostener la hoja de ruta del programa con el organismo, exceptuando lo acordado para el nivel de dólares que deben acumularse en el BCRA.
Hay que recordar que, en relación a las metas de reservas del primer trimestre de 2023, el Banco Central debía incrementar su tenencia de reservas netas en unos u$s5.500 millones, tomando como base el nivel de diciembre 2021, es decir que lo acumulado debía superar los u$s7.800 millones para el 31 de marzo. Si bien el BCRA contó prácticamente con ese nivel a fines del 2022, en las últimas semanas la salida de dólares se incrementó, al punto que se ubicaría por debajo de los u$s 5000 millones en la acutalidad.