Desde tempranas horas y desde varios días anteriores muchas fanáticas y fanáticos llegaron a la ciudad de Villa María para disfrutar de una visita internacional, que ya de antemano, sabíamos que no iba a defraudar.
Las puertas del anfiteatro se abrieron con el show de “De La Rivera” amigos de la casa, peso local, sonido fuerte y aceptación plena. Mientras el anfi se iba llenando, el color en las vinchas, las luces y remeras de Ricky que dan paso a lo que sería la primera de las dos noches del cantante boricua en Villa María.
Cerca las 21.30hs una orquesta de más 60 músicos comienza a hacerse presente en el escenario, y dan paso a un show de aprox hora y media repleta de hits, temas nuevos y una imponente puesta en escena.
“Ricky...Ricky, ole oleee Ricky…” el canto que solo de escucha, bajo un anfiteatro a oscuras y un agite constante como nos tiene acostumbrado el público efervescente argentino.
Fuerte y con ritmo abre el show con “Pégate” para que nadie se quede sentado. Le siguió “Volverás”, “Gracias por pensar en mí” y “La bomba”.
El momento de romanticismo fuerte llegó con "Fuego de noche, Nieve de Día”, con cambio de vestuario incluido y una seguidillas de lentos al cuore directo: Disparo al corazón y Te extraño, te olvido, te amo.
Muy hablado con los fans, muy cerca de la gente y con movimientos muy escena cinematográfica da paso a “Asignatura pendiente” que la comenzó de nuevo en dos oportunidades, para que “sonara perfecto”.
De lentos a movidos sin escala, y con un nuevo look “más de playa” invita a bailar con “Livin’ la vida loca” y “Vente pa’ acá”. Mientras flameaban las banderas LGBT y de nuestro país, suena La copa de la vida, para que Ricky Martin se envuelva en bandera de Argentina y grite “Argentina campeones del mundo”.
El cierre fue de alto vuelo: un saludo final y un Te quiero para Argentina. Con toque de nostalgia, con gritos de mezcla de generaciones y un broche de oro para emocionarse con “Tal vez” y “Tu recuerdo”.
Por Vicky Tione
Fotos: Juan José Coronell