Hace dieciséis años la payasa hizo su primera presentación en la Sala Mascaviento y desde allí no paró con diversos espectáculos, distintos personajes y nuevas canciones para los niños. Actualmente, reside en la ciudad de Buenos Aires y esta convocatoria se convirtió en un premio a tantos años de esfuerzo y perfeccionamiento. La payasa aprendió el lenguaje de señas, por lo que logró que este show sea inclusivo para personas sordas. Escuchá la nota que le realizó La Vuelta del Perro.