En las últimas horas hubo otro episodio de violencia que dejó dos heridos, tras la masacre del viernes en una sinagoga en la que fueron asesinadas 7 personas.
Las autoridades de Israel decretaron el estado de máxima alerta este sábado tras el ataque a tiros que dejó siete muertos en Jerusalén, informó la Policía, que mató al agresor y ha arrestado a más de 40 de personas por este crimen, en medio de una escalada de violencia en la zona. En medio de eso, hoy hubo otro ataque a tiros que dejó dos heridos y fue protagonizado por un chico palestino de 13 años, según informó la policía israelí.
"El Comisionado de Policía, el superintendente jefe Yaakov Shabtai, ordenó aumentar la alerta al más alto nivel. Desde esta mañana, los oficiales trabajan turnos de 12 horas", indicó en un comunicado la Policía, que solicitó a la población que "informe de cualquier persona u objeto sospechoso ".
"Como parte de la investigación del ataque con disparos, durante la noche (del viernes) y la mañana (del sábado), la Policía del distrito de Jerusalén arrestó a 42 sospechosos, algunos de ellos de la familia del terrorista, parientes y allegados", añadió la misma fuente.
La mayoría fueron arrestados por la noche tras un patrullaje de las fuerzas israelíes por la casa del agresor, habitante de Jerusalén este ocupado, para "examinar a fondo la conexión entre cada uno de los sospechosos arrestados y el terrorista que llevó a cabo el ataque, así como el alcance de su conocimiento y/o participación", explicó la Policía.
La noche del viernes, el sujeto abrió fuego cerca de una sinagoga ubicada en Neve Ya'akov, un asentamiento de colonos judíos en Jerusalén este ocupado, matando a siete personas e hiriendo a tres más, algunos de gravedad.