Tiene 37 años, trabaja como barrendero y acaba de recibirse de médico en la Universidad Nacional de Rosario. Se trata de Darío Giusepponi, quien decidió hacer realidad su sueño y estudiar lo que le apasiona por sobre todas las cosas.

En diálogo con Gente Necesaria, dijo que siente una gran emoción porque le costó mucho llegar al título. “Todavía no caigo”, aseguró. En el 2004 cuando finalizó la escuela secundaria quiso iniciar la carrera de Medicina pero había exámenes de ingreso y se le complicó rendirlos con su trabajo como mozo. Sin embargo, en el 2011 ya trabajando de barrendero, retomó su idea de ser médico.

Si bien durante el primer año, le costó encontrarse en la Facultad, siguió y ahora tras recibirse, asegura que todo lo hecho valió la pena en estos 11 años de estudio. Trabajaba por la mañana, a la tarde-noche cursaba y en el tiempo restante estudiaba (3 horas).

Dijo que para estudiar no escuchaba música porque lo desconcentra, pero si el mate era su compañía. 

Este verano, será el primero luego de 11 años, que Dario podrá disfrutar a pleno sin la preocupación del estudio y pensar que materia preparar para rendir. Si bien aún no sabe qué será de su futuro laboral, le gustaría seguir la especialidad de cardiología.

Por otra parte, señaló que tras recibirse y convertirse en noticia nacional, muchos compañeros de trabajo se interesaron por estudiar y le preguntaron cómo hacerlo.

“Cada uno puede hacer algo por sus sueños y no debe resignarse”, sostuvo.