La historia de Diego Martin Cano, hombre nativo de San Luis que desde hace 10 años está en una misión religiosa en Ushetu, Tanzania, país de África Oriental. Es sacerdote católico hace 21 años, pertenece al Instituto del Verbo Encarnado, el cual envía misioneros a lugares de todo el mundo. Comparte sus días con padres y hermanas de Argentina, Ecuador e Irlanda.

En diálogo con Gente Necesaria, dijo que llegar a Tanzania resultó dificil por la escasa comunicación y en este sentido el poco uso de redes sociales que había en dicho país.

Lo primero que debió hacer al llegar, fue aprender la lengua del lugar, Suajili, para luego realizar el trabajo de apostolado como las misas, la visita a las comunidades, el campamento con niños, entre otras actividades. “Aquí la gente es muy buena, pacífica y a uno le impresiona su alegría, sencillez y lo agradecidos que están con Dios, a pesar de las carencias que sufren. Nos enseñan que la felicidad no está en la acumulación de bienes”, destacó.

La parroquia en la que misiona el Padre está en la zona rural, a 1.000 kilómetros de la capital de Tanzania, Dodoma.

Respecto a la ovación por Argentina dijo que el sentimiento general era que Messi ganará la copa del mundo por la admiración que genera la sencillez de su persona siendo el mejor jugador del mundo.
 
Explicó por qué sufren tanta postergación en Tanzania, un país que recién tiene 60 años de vida luego de independizarse como colonia de países europeos. “Se logró de manera pacífica”, destacó el religioso.

El padre Diego Cano tiene su página de Facebook “Diario de un misionero en Tanzania” donde cuenta el día a día de su trabajo pastoral y social en ese país de África Oriental. 

El Cura Brochero en Tanzania

En 2021, Cano llevó una imagen del cura Brochero, tallada por un artesano oriundo de Alta Gracia quien donó su trabajo y los devotos juntaron dinero para comprar el material. Llevó la imagen desarmada en dos valijas. La imagen del religioso beatificado cautivó a los tanzanos.  “La imagen es muy preciosa y realista. Parece que ha tomado vida”, dijo.

Por otra parte, el Obispo de Cruz del Eje le regaló una reliquia de primer grado, un pedacito de hueso del Cura Brochero.