Esta mezcla del comercio primitivo adaptado a los tiempos fue expuesta por Ariel Scaliter, el socio fundador de Agrotoken, una empresa argentina con expansión en Brasil y Uruguay, en el salón auditorio de Bio4.
El 14 de diciembre, en el salón auditorio de Bio4, Ariel Scaliter, el socio fundador de Agrotoken, comentó a Radio Río Cuarto que la compañía se encarga de convertir los granos en un activo digital, es decir, que los granos se digitalizan y se convierten en moneda de pago para insumos, servicios, compra de bienes durables y semidurables.
“El productor tokeniza, que es la técnica de convertir el grano biológico en un grano digital, yendo a alguno de los 32 acopios que hay en el país. Recibe los granos, entra a la plataforma agrotoken.io, carga los documentos que tiene que cargar y cuándo termina se le dan los granos digitales y a partir de ese momento los usa como si fuera un silo digital”, explicó Scaliter.
Además, el empresario destacó que desarrollaron la prueba de reserva de granos, que consiste en cargar el contrato de depósito, el contrato Forward, etc., y permite demostrar que existe realmente una tonelada de grano atrás de cada token.
Añadió que “solo trabajamos con granos declarados porque necesariamente ese grano tiene que tener liquidez”.