Federico Daniel Morla, Ingeniero Agrónomo, Doctor en Cs Biológicas y Docente Cultivos Oleaginosos Facultad de Agronomía y Veterinaria UNRC dijo a LV16 que “estamos transitando el final de un período prolongado de un fenómeno de “La Niña”, caracterizado por las altas temperaturas y bajas precipitaciones. Ésto se complica porque venimos transitando un segundo año, por ende, se hace más acumulativo. Tenemos poca agua acumulada en el suelo”.
 
 Además, comentó que “venimos de un invierno seco y estas lluvias de primavera han permitido sembrar de a poco, pero sólo hay agua acumulado en los primeros centímetros, pero en profundidad muy poco. Estamos dependiendo de que aparezcan nuevos fenómenos de agua, se va secando el agua por los altos vientos”.
 
 
Morla afirmó que este fenómeno las lluvias no son generales, sino erráticas, es decir, llueve en un lado y en otro no.
 
 
“La sequía fuerte implicará en la provincia de Córdoba una baja del 50 por ciento de los rindes del trigo”, aseguró.
 
 
“La etapa de cultivo, es relativamente baja porque no hay agua. Cuando el campo ya se ve todo verde, la demanda de agua es mayor”, detalló.
 
 
Explicó que, en las épocas de sequía, el productor “tiene a mano estrategias de cultivo y así puede amortiguar el stress hídrico, por ejemplo, hubo una tardía en la seca, falta agua siempre en enero, se realizan nutrición de cultivos y se coloca fósforo para que crezcan las raíces”.
 
 
 “Aquellos productores que pueden regar el campo, tiene mayor rendimiento, este año es donde se más se nota. Por más que el cultivo se riegue, este calor lo siente”, aseguró.
 
 
 “Estamos estudiamos todo lo que sea productos biológicos, estimulantes que ayuden a entender más al cultivo para ayudar al productor a tomar decisiones cuando esté muy seco ó en días muy húmedos”, comentó acerca del trabajo que lleva el profesional en la UNRC.
 
 
 Por otra parte, Morla dijo que “el productor va tendiendo a lo agroecológico y a hacer cultivos híbridos”.