Cuando se cosechó menos del 10% del área sembrada, los precios del cereal ya se desplomaron 60% porque no se puede exportar harina y las traders están retiradas.
Cuando todavía se sienten las consecuencias de la crisis de abastecimiento interno de trigo que sufrió la Argentina este año, aseguran que habrá sobreoferta del cereal en los próximos meses y que 2014 será un año holgado.
El control sobre las ventas externas de trigo fue la segunda barrera que se impuso en el sector agropecuario, detrás del de la carne, en los primeros meses de la gestión del ahora ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en 2006. El ex funcionario manejó hasta su salida el grifo de las exportaciones del sector, que desincentivó la siembra, por eso se le atribuyen al retirado superministro los faltantes de este año.
Ahora, sin Moreno, pero con su impronta, aseguran que habrá trigo y harina baratos.
Las estimaciones privadas de cosecha de ese cereal para este año van desde las 10,3 millones de toneladas (Bolsa de Cereales de Buenos Aires) hasta las 9,1 millones de toneladas que pronosticó ayer la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La Argentina consume cerca de 6,5 millones de toneladas que se destinan a molienda y 500.000 toneladas que se convierten en las semillas que se sembrarán en el ciclo siguiente.
En las últimas semanas, con el ingreso de los primeros lotes de trigo del norte, comenzó a notarse la baja en el precio del cereal, que se paga hoy alrededor de 60% menos que hace un mes, según los cálculos del especialista y ex vicepresidente de CRA, Néstor Roulet. En paralelo, lo bolsa de harina pasó a valer $ 250 contra los hasta $ 380 que se llegó a pagar un mes atrás, aseguró a El Cronista el preside la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) Diego Cifarelli.
En este contexto, desde la industria de la molienda esperan con ansias que comiencen a liberarse en diciembre las exportaciones de harina de trigo, interrumpidas por Moreno en el fulgor de los faltantes internos que provocaron la suba estrepitosa del pan.
Los exportadores de granos, por su parte, tendrán que esperar más para que se liberen las ventas externas del cereal, porque esta vez el gobierno esperará a tener contado cada grano antes de abrir la puerta.
El año pasado, en medio de una fuerte necesidad de caja, el gobierno nacional liberó exportaciones por 5 millones de toneladas de trigo con el mecanismo de ROE 365 permiso válido para exportar por un año a cambio del depósito del 90% de las retenciones pero después, por el faltante, sólo dejó embarcar 3 millones de toneladas del cereal que paga derechos de exportación del 23 por ciento.
Para la nueva cosecha, no se abrió el mecanismo de ROE 365 y los exportadores compraron al momento menos del 20% del trigo que habían adquirido el año pasado a esta altura, lo que sirve para deprimir más los precios.