Chiquita grabará este viernes la emisión que podrá verse mañana en El Trece. Ha pasado mucho desde aquel primer programa en 1968. Con el entusiasmo intacto, la conductora se prepara para una nueva temporada de su clásico ciclo, después de estar ausente desde el comienzo de la pandemia.
Si alguien le decía a esa pequeña niña santafesina del pueblo de Villa Cañás -”y me pongo de pie”, diría ella años después al recordar su primera cuna-, ávida de experiencias y soñadora, que sería una estrella reconocida de su país, que filmaría decenas de películas, que ganaría muchos premios y que, durante más de 50 años, almorzaría en televisión, seguro no se lo creería. O sí, porque la pequeña tenía ángel y pasta para ser una estrella. Pero sobre todo empuje para conseguir lo que se proponga, ese que nunca mermó y la mantiene activa pese a todo.
Pérdidas dolorosas, duelos y hasta una pandemia mundial. Nada detuvo sus ganas, su energía, su amor por el público ni su pasión por el trabajo. Y así lo demostrará este sábado, cuando a las 21.30 horas comience una nueva temporada de sus clásicas comidas televisadas -aunque desde hace un tiempo, los almuerzos se hayan convertido en cenas-, lo importante no es el huso horario ni lo que se sirva en la mesa, sino verla comandar una vez más cada grupo de invitados. Verla a Mirtha Legrand.
Será el año número 54, pero más allá de la efemérides, será el año de su vuelta tras estar dos años ausente por la pandemia de coronavirus que la obligó a recluirse en su casa y a ser reemplazada por su nieta, Juana Viale. Salvo algunas ocasiones especiales, no pudimos ver a Chiquita en la conducción de su clásico ciclo durante 2020 y 2021.
“A mí me encantaría hacer algo así: no tener que repetir un diálogo, improvisar, hablar con mi vocabulario, mi lenguaje, mis defectos, mis virtudes. Ser yo misma”, dijo en 1968 cuando tenía 41 años, ya llevaba varios exitosos años en la actuación y buscaba conducir su propio programa de televisión. Así se lo dejó en claro a Alejandro Romay, el entonces director de El Nueve, quien, al día siguiente la llamó por teléfono para ofrecerle que estuviera al frente de un ciclo al que primero llamarían Almorzando con las estrellas.
La primera emisión fue el 3 de junio de 1968. El menú era pollo, le sirvieron pata, pero Daniel Tinayre (su marido y productor del ciclo) pidió que le cambiaran el plato por pechuga, porción que más le gusta a la conductora que debutó con invitados amigos y conocidos: el realizador Leopoldo Torre Nilson, el productor de reconocidas telenovelas Alberto Migré, el actor Duilio Marzio y la novelista Beatriz Guido Daniel. Sería amor a primera vista, un pacto para siempre con el público, que la siguió por los diferentes canales y horarios que le asignaron.
La vuelta más esperada
—Hola abue, ¿cómo estás? No sé, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a volver con el programa? ¿No vamos a volver? Vos los sábados, yo los domingos... o yo los sábados y vos los domingos. ¿Qué pensás? Contame, besitos.
—Hola Juani, vuelvo, volvemos.
Con esa conversación por chat entre abuela y nieta, Mirtha y Juana adelantaron cómo sería su regreso a la televisión: se turnarán, un día cada una. Los sábados serán las noches de Mirtha, los domingos los mediodías de Juana. Días después de que se viralice esa charla, firmarían contrato en una reunión distendida con Adrián Suar, Pablo Codevila y Coco Fernández, en la que también estuvo presente Nacho Viale, quien desde su productora StoryLab está a cargo de ambos ciclos.
Entre risas y complicidad, Mirtha Legrand y Juana Viale firmaron contrato con Adrián Suar para volver a la televisión
La dinámica será distinta a la de otros años. Ambos programas se grabarán en los estudios de Martínez. El jueves fue el turno de la técnica, se repasaron luces, hubo prueba de vestuario, se grabaron las promociones y, sobre todo, se ajustó cada detalle para que nada falle. El viernes, se grabará: por la mañana lo hará Juana mientras que el turno de Mirtha será después del mediodía. La producción, todo bajo siete llaves, promete una gran escenografía.
También ya están confirmados los invitados. A la mesa de Mirtha se sentarán Moria Casán, Pato Galmarini, Baby Etchecopar y el Puma, José Luis Rodríguez, mientras que en la mesa del domingo en la que Juana será la anfitriona a partir de las 13:45, lo harán Pampita, El Polaco, el periodista Rolando Bárbano y Guillermo Coppola.
Por sus almuerzos pasaron presidentes, políticos, deportistas, personalidades del ámbito de las artes, médicos, nadie quiso quedarse afuera
Ese programa de 1968 que pensó duraría solo una semana en la pantalla chica tuvo una repercusión inmediata, hizo altos números de rating para la época y el propio Romay la llamó para felicitarla y asegurarle la continuidad. Así nació la leyenda, tal como Mirtha lo definió. Tiempo después el ciclo se llamó Almorzando con Mirtha Legrand. Y hace algunos años sumó la versión nocturna de los sábados, La noche de Mirtha.
El año pasado y con motivo de cumplirse 53 años de sus amuerzos, la diva compartió un video en su cuenta de Instagram en el que recordó algunos de los mejores momentos. “Fue un placer conducirlo”, enfatizó sobre el ciclo por el que pasaron figuras como Diego Maradona, Sandro, René Favaloro y Susana Giménez, y ex presidentes como presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.
“He pasado por todo. Prohibiciones, me han sacado del aire, me han vuelto a poner. He pasado por todos los gobiernos, por todos. Pero aquí estoy, entera. Gracias por dejarnos entrar a sus hogares, ser parte de su familia. Porque como siempre les digo: todo lo que soy se lo debo a ustedes, mi público. Yo les he dado mi vida. ¡GRACIAS! Y recuerden que ¡este programa trae suerte!”. Y lo volverá a hacer, para el gusto de sus televidentes.