La caída del pelo se sitúa como una de las principales preocupaciones estéticas entre los hombres. La alopecia androgénica, que es genética y hormonal, es la que más afecta al público masculino. Puede aparecer incluso antes de los 20 años y se manifiesta mediante una pérdida de densidad en algunas zonas como la coronilla o la región frontal, apareciendo las famosas entradas. Además de este tipo de alopecia que puede llegar a afectar al 60% de los hombres, hay otros problemas que también pueden causar la caída del pelo.

Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica es una enfermedad de la piel que afecta al cuero cabelludo (y a otras zonas del cuerpo) y que causa picor, enrojecimiento y caspa. Aunque puede desarrollarse desde los primeros meses de vida, es más habitual en la adolescencia y a partir de los 40 años. Sus causas son diversas, desde una actividad excesiva de las glándulas sebácas (tener el pelo graso) o la presencia de hongos tipo Malassezia, y puede tener también un componente genético e incluso llegar a ser hereditaria. Según explica el doctor Carlos Portinha, Chief Clinical Officer en las clínicas capilares Insparya, “la causa subyacente es una alteración de los queratinocitos que provoca que se acumulen y se descamen más de lo normal. Para controlar los brotes de esta enfermedad, así como para prevenir la alopecia seborreica, existen tratamientos en forma de champús que si se usan de forma regular y junto con la aplicación de medicamentos antifúngicos y corticoides tópicos pueden llegar a ser muy efectivos”.

Tiña del cuero cabelludo

Menos conocida es la tiña del cuero cabelludo, una infección provocada por hongos que se presenta en el cabello con zonas descamadas y secas e incluso pequeñas calvas. Es una enfermedad contagiosa que se trata con “antifúngicos orales, para eliminar el hongo que causa la tiña, y en ocasiones pueden ser combinados con champús de sulfuro de selenio que ayudan a evitar que se contagie la infección a otras personas”, según el doctor Portinha. La alopecia que puede provocar la tiña es, en general, temporal, pero conviene en cualquier caso acudir a un experto para seguir el tratamiento más adecuado.

Psoriasis

Otra enfermedad de carácter inmune que puede derivar en alopecia es la psoriasis. Este problema, que se manifiesta en manchas rojas, irritación y escamas y que procova picor y quemazón, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. En el cuero cabelludo puede afectar al folículo piloso, dañándolo y provocando la caída del cabello. La mejor manera de tratar esta enfermedad es con el uso de tratamientos tópicos y champús, con ingredientes como el ácido salicílico, el alquitrán mineral y el propionato de clobetasol. “Además, se pueden utilizar también retinoides orales, o medicamentos como metotrexato y ciclosporina. Recomendando así la luz pulsada para mejorar los síntomas” añade el doctor.

Lupus eritematoso

El lupus eritematoso, considerada una enfermedad rara, provoca una inflamación cutánea que afecta principalmente a la cara y al cuero cabelludo. “Esta inflamación puede desencadenar en alopecia, ya que afecta a la línea de nacimiento del cabello volviéndolo débil, frágil y quebradizo” explica el Chief Clinical Officer de Insparya. Al tratarse de una enfermedad autoinmune no tiene cura, sin embargo, se puede controlar con fármacos que regulen el sistema inmunitario y que frenen la inflamación. Los corticoides y el Minoxidil tópico serán de ayuda en la lucha contra la alopecia.

Liquen plano pilar

Por último, entre las enfermedades autoinmunes que afectan al cuero cabelludo está el liquen plano pilar. Esta afección consiste en la hinchazón e irritación del cuero cabelludo y puede derivar, también, en alopecia cicatricial (un tipo de caída permanente que no suele afectar a todo el cuero cabelludo, sino a alguna zona concreta). Realizar un diagnóstico precoz es muy importante para dar con el tratamiento más adecuado, y siempre será posible recurrir a los injertos capilares para hacer frente a la caída capilar permanente.


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Foto: Gtres