El teniente Eugenio Flores fue invitado a una reunión social en casa de doña María Josefa Arias de Cabrera, en marzo de 1817, tras ser nombrado como comandante de la Frontera Sur. Para él, los habitantes de la Villa se dividían en dos bandos, patriotas y realistas. La fiesta se desarrollaba con esplendor cuando el joven llegó y luego de observar por un rato se fue sin saludar.
Vio que todas las niñas estaban con todo su cabello tirado a la derecha lo cual significa que las familias no estaban de acuerdo con la independencia de España del Río de la Plata.
Eso fue lo que le molestó al teniente e hizo que a la luz de las velas redactara una febril nota que luego envío al Alcalde de la Villa de la Concepción.
El relato de la mano de la escritora Daila Prado en diálogo con Gente Necesaria. Esta historia del teniente es parte muchas que conformar su libro "Las puertas verdes" de la editorial Uni Río.
Conductor: Pablo Ferrari
Producción Periodística: Carolina Chiarotto
Operador: Andres Berretta