Claudia atraviesa una complicada enfermedad, que la obliga a tomar medicamentos muy fuertes que le generan mareos y descompensación. Isabella es la perra ovejera de la familia que está entrenada para ayudar a su dueña en estos casos.

"La tengo desde después que falleció mi esposo, necesito cuidados especiales y la perra estaba adiestrada para acompañarme. Tengo que tomar morina cada 4 horas y ella ladra y avisa cuando nota que me descompenso. Mi hijo la adiestró ante la imposibilidad de estar sola en mi día a día", explicó Claudia.

Isabella fue interceptada por desconocidos en la calle del Autódromo de Río Cuarto y se la llevaron. Su dueña pide encarecidamente que le devuelvan a su amiga canina.

"No puedo comprar otra perra, estoy en contra de la compra de animales y ella ya estaba entrenada para ayudarme. No tengo rencor, ni deseos de que paguen por habérsela llevado, sólo quiero a Isabella conmigo", aseguró.


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