En medio de una fuerte polémica, el Gobierno dará marcha atrás y derogará la decisión que declaró sitio sagrado mapuche al volcán Lanín. Así lo confirmaron fuentes oficiales.
La medida había generado una feroz protesta de Neuquén, que consideró que la disposición fue una violación a la autonomía provincial y prometió iniciar acciones legales.
Según informaron las fuentes, la Administración de Parques Nacionales -que había firmado la resolución- convocará a una “mesa de diálogo participativo” a la provincia de Neuquén y a las comunidades originarias.
“Es un atropello a las autonomías, un acto de centralismo y una intromisión”, se había quejado en Twitter, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez.
La queja de las autoridades provinciales, que tuvo lugar en medio de los cambios de Gabinete, fue recibida en la Casa Rosada. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a cargo de Juan Cabandie, recibió el reclamo.
Gutiérrez había estado el lunes 1° de agosto reunido con Juan Cabandie en Buenos Aires. El mandatario provincial y el funcionario de Alberto Fernández ratificaron en esa ocasión el plan estratégico de Bosque Nativo provincial y el Fondo Verde, dos convenios para la recuperación y “conservación del bosque autóctono”. La declaración sobre el volcan Lanín sorprendió en la provincia.
La declaración suponía un cambio en la relación que tienen los habitantes con el volcán. Según la declaración, se preveía “un mecanismo de trabajo conjunto con el Pueblo Mapuche para la elaboración de un Plan de Manejo del Sitio Natural Sagrado Volcán Lanín-Pijan Mawiza, en el que se definirán los criterios de uso y zonificación, las modalidades de manejo intercultural del sitio y la asignación de los recursos necesarios”.
Al convertirse en un sitio sagrado, el volcán tendría, según la norma que se anulará, un “especial significado espiritual” de acuerdo a la visión de los pueblos y comunidades, “donde el sentido de sacralidad se vincula a la vida, en cuanto a su origen, sostenimiento y continuidad, así como al territorio, enlazándose asimismo con los conocimientos y relaciones culturales de un pueblo ancestral o moderno con su entorno y su sentido de lugar”.
Conflicto
La Administración de Parques Nacionales informó el martes a la Confederación Mapuche sobre la publicación de la declaración 484 que reconoce al volcán Lanín Pijan Mawiza como Sitio Natural Sagrado del Pueblo Mapuche del Parque Nacional Lanín. La decisión se tomó luego de un largo proceso de evaluación, que se inició en 2017 a partir del reclamo sostenido por la comunidad.
Gilberto Wilipan, werken de la Confederación Mapuche en Neuquén y miembro del Círculo de Autoridades Mapuches del Lanín, había señalado que la decisión incorporaba “a las comunidades que son parte del Lanín a apropiarse del espacio e involucrarse en la protección de su diversidad”.
Las comunidades mapuches buscan regular el uso del volcán para alejarse de la mirada “mercantilista” y los ingresos de turistas “a diestra y siniestra” que, según su opinión, van deteriorando el entorno natural. Tras la declaración, si bien aclararon que no se avanzaría en prohibiciones, sí habían anticipado cambios en la regulación del acceso al lugar.
El gobierno de Neuquén reaccionó muy fuerte. Gutiérrez afirmó que la declaración de la Administración de Parques Nacionales se tomó de “manera unilateral e inconsulta, desconociendo que el dominio de los recursos es provincial”. Y sostuvo: “La existencia de enclaves nacionales como la Administración de Parques no autoriza a borrar la letra de la Constitución, pisoteando las facultades constitucionales provinciales”.
“Hay muchos ejemplos institucionales de diálogo, como el comanejo en la Corporación Interestadual Pulmarí o el reciente proceso de Consulta Previa, Libre e Informada”, retrucó frente al reclamo de las comunidades mapuches. “El Lanín es un símbolo de la identidad neuquina y es de todos los neuquinos y las neuquinas”, añadió.
En su publicación, Gutiérrez señaló que Neuquén iniciaría las “acciones administrativas y legales correspondientes” ante lo que describió como un “acto ilegítimo e ilegal”.
La Nación
Foto: Archivo La Nación